Las academias de verano, obligadas a echar el cierre por la eliminación de exámenes en septiembre

Este verano ha sido diferente a los demás. Anteriormente, los exámenes de recuperación tenían lugar en el mes de septiembre y esto permitía que los alumnos dispusieran de tiempo para preparar de forma óptima las asignaturas a aprobar. Y es que, desde que el Ministerio de Educación suprimiera los exámenes de septiembre y permitiera el paso de curso con asignaturas suspensas, las academias y los alumnos han acusado este cambio.

Por el otro lado, se encuentran los profesores de las academias, que se han visto perjudicados por esta medida ya que al no disponer de alumnado que tenga pruebas por delante que preparar en verano la mayoría de ellas se han visto obligadas a despedir a trabajadores o incluso, han tenido que echar el cierre.

Tal es de agónica la situación que varios profesores se han visto en la obligación de suspender las clases, particularizando las clases. "Ahora son clases particulares las que tengo, grupos en verano ya no formamos", sostiene de forma dolorosa uno de los académicos.

Las consecuencias directas del descenso del alumnado en las academias

El único medio de subsidio de las academias de verano radica actualmente en que los alumnos universitarios o alumnos de otros países asistan a las clases. "Subsistimos por universitarios y por alumnos que vienen hacer cursos de nivelación", afirma una profesora de una academia española.

Y no solo eso, sino que, además, muchos centros didácticos permanecen abiertos pese a que los números en la facturación sean rojos e inabordables en respecto a otros cursos anteriores: "La facturación se ha visto disminuida en un 50% frente años anteriores y hemos tenido que despedir a algunos empleados".

A su vez, los profesores de academia consideran un problema que los alumnos no dispongan de exámenes en septiembre y pasen con asignaturas pendientes al siguiente curso escolar ya que "en verano no trabajan y vuelven a empezar el curso sin haber trabajado lo suficiente".