el requerimiento judicial no tenía carácter de urgencia
Preocupada por la integridad de los menores, la abuela de los niños, se personó en el juzgado de guardia de Valencia. El magistrado remitió la denuncia a la policía nacional de Burjassot para que tomaran medidas y estos debían haber avisado a la Guardia Civil de Godella, donde estaba la vivienda, esa misma tarde. Sin embargo, no lo hicieron de inmediato porque el requerimiento no tenía carácter de urgencia.
La abuela llevaba tiempo siendo testigo del grave desamparo de sus nietos. Dos días antes del crimen, llamó a la policía local de Godella. Los agentes se acercaron al domicilio y comprobaron que se trataba de un conflicto familiar. Pero la madre de la detenida, insistió y posteriormente llamó a los servicios sociales.
La abuela de los niños había recibido un mensaje preocupante de su hija tres días antes del crimen en el que decía que se iba con el creador. Semanas antes la madre ya había desaparecido con los niños de forma misteriosa. Este cúmulo de circunstancias puso sobre alerta a la abuela materna de la situación de riesgo que vivían los niños.