LA VÍCTIMA, UN "PANOLI"
“Demasiado panoli para condenar a sus estafadores". Así ha calificado la Audiencia de Valencia al empresario inmobiliario que fue timado por el método de los billetes tintados. En el año 2006, dos ciudadanos cameruneses se presentaron ante la víctima como dos hombres de negocios, que estaban sacando dinero de su país para invertirlo en España.
Para no levantar sospechas, tintaban los billetes de negro y los limpiaban después con unos líquidos. Los hombres ofrecieron al empresario participar en el proceso, prometiéndole un interés del 12%. Para hacerlo, debía adelantar doscientos mil euros.
Después de asistir a una demostración, que aparentemente salió bien, el empresario entregó el dinero. Los estafadores aplicaron la solución mágica a los supuestos billetes, dejaron al empresario supervisando la operación y se largaron.
Pasado el plazo de 24 horas, la víctima comprobó que los papeles negros seguían siendo sólo papeles negros. Cuatro años después, la Audiencia ha absuelto a los dos estafadores por considerar que ni la persona más ingenua se habría creído tan surrealista estafa.