Recurrible
La jueza del caso considera que el padre denunciado en Almería tuvo "un simple acto de represión de una conducta previa impropia" por parte de la menor.
Absuelto el padre al que le pedían nueve meses de prisión y una orden de alejamiento de 500 metros por golpear en el glúteo a su hija menor de edad. ¿Por qué lo hizo? Por reprenderla. Ahora una jueza de Almeríaalega que no hay delito, aunque el fallo puede ser recurrido ante la Audiencia Provincial.
Así lo concluido la sentencia a la que Efe ha tenido acceso y en la que se prueba que el 16 de febrero de 2020 este hombre estuvo con su hija de 13 años y sus otros dos hijos menores en el domicilio familiar. Ahí fue cuando se sucedieron los hechos.
Al parecer, el padre reprimió a la hija golpeándola en el glúteo para "reprobar el comportamiento inadecuado" que estaba teniendo con uno de sus hermanos. Entonces ésta decidió acudir un par de horas después a la comisaría acompañada por su madre.
Ahí denunció a su progenitor por haberla lesionado. No sólo eso. Según describe la sentencia, la menor también llamó al 112 para alertar de que su progenitor le había quitado el móvil tras conocer la denuncia.
Por su parte, la médico-forense, una vez conoció de primera mano lo que había ocurrido, sentenció que las erosiones que tenía la menor podían producirse por arañazos. No obstante, no eran "compatibles con una palmada o un azote en la nalga".
Para la jueza, esta historia se trata de "un simple acto de represión de una conducta previa impropia, de un cachete que no ha provocado lesión, propinado por el acusado a su hija en una situación aislada y puntual que no merece (…) sanción penal".
El padre reconoció haberle dado un "cachete"
De hecho, tal y como narra el fallo, para la jueza no ha quedado acreditado que la menor sufriese lesiones. Sólo disponía de tres erosiones y tardaron tres días en curarse. Una realidad que el propio acusado ha reconocido. Y es que el padre afirmó ante la justicia que dio un "cachete en el culete a su hija" después de verla morder a uno de sus hermanos. Lo que no creyó es que el golpe “fuera de suficiente intensidad para causarle lesión”.
De hecho, el padre señaló que pensaba que su hija lloraba de "impotencia" por haberla mandado a su habitación, no por el golpe que recibió y que realmente ha terminado en una denuncia con fallo a favor del progenitor.
Sin embargo, en caso de que la denunciante lo desee, ésta puede recurrir el fallo ante la Audiencia Provincial de Almería para continuar el proceso judicial a mayor escala.