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Absuelto un hombre tras ser acusado de abusar sexualmente de su hija de 16 años

El hombre, que fue acusado por su propia hija, ha sido absuelto tras reconocer esta que "todo era mentira".

Coche de la Policía Local de HuelvaAyuntamiento de Huelva

En Huelva, un hombre acusado de abusos sexuales a su hija de 16 años ha sido absuelto tras la celebración de un juicio que pedía para el presunto autor de los hechos 15 años de prisión por violación y 8 por elaboración de pornografía infantil.

La menor de edad, que en la fase de instrucción mantuvo la versión inicial en la que aseguraba de la existencia de abusos desde los 8 años, ha declarado ahora que lo acusó falsamente tras haber sido castigada por su padre adoptivo.

La sentencia considera probado que el acusado y su hija, de ahora 20 años, mantuvieron relaciones sexuales continuadas y consentidas desde que la denunciante tenía 16 años cumplidos.

Estos encuentros sexuales se habrían producido en un apartamento familiar distinto al de residencia habitual. Allí, tras ser detenido por la Policía Nacional, el hombre permitió un registro por parte de los agentes que concluyó con un ordenador y dos discos duros en los que se localizaron vídeos de menores de edad realizando prácticas sexuales; así como 10 grabaciones en las que aparecían padre e hija manteniendo relaciones consentidas.

A este respecto, la sentencia asegura que la denunciante asumió en su declaración que era ella, teniendo acceso a las claves del ordenador, la que almacenaba grabaciones pornográficas en un disco duro, un delito, por tanto, del que también se ve absuelto el progenitor condenado.

La joven, nacida en 2002, ha afirmado que intentó retirar la denuncia interpuesta tanto en la sede policial como en la Audiencia Provincial pero no le fue posible.

Todo fue fruto de un cabreo

Tal y como recoge la sentencia, todo fue fruto de un "cabreo" de la denunciante.

La hija reconoció ante el magistrado que todo era mentira porque estaba enfadada con su padre, que era muy estricto con las notas y la educación, y quería hacerle daño.

Al parecer, el día que interpuso la denuncia el progenitor le recriminó faltar tanto a clase, algo por lo que la joven aprovechó una llamada de un amigo a la Policía para acusar al padre de estos abusos que, tal y como queda probado en la sentencia, nunca se produjeron.

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