TRAS EL FIN DE LA SEQUÍA
Lo que suele hacerse con el agua que sobra de los embalses es, en primer lugar, dejar que vaya a los ríos para que recuperen su caudal y sobrevivan las especies. Y en segundo, trasferirlas a otros pantanos que están más vacíos.
Pero ahora la mejor idea es coger el agua que desembalsamos e inyectarla bajo el suelo de un acuífero y formar allí un embalse subterráneo. Esta técnica se lleva a cabo en Estados Unidos, queda como una reserva bajo tierra ya que el agua no se evapora y, si hay sequía, el agua se saca mediante pozos.
Para eso se han creado campos de pozos por toda España que buscan el agua bajo tierra. Se acabó la sequía, de momento, superficialmente, pero seguimos persiguiendo y guardando cada gota de agua porque el futuro es incierto.