Redes sociales
Las jóvenes de entre 16 y 24 años aseguran que han recibido mensajes insistentes, comentarios o fotos sexualmente explícitos, amenazas, insultos o burlas en algún momento de su vida. Y esto les ha afectado a su salud mental. El 40% de las encuestadas llegó a sentir depresión, ansiedad o paranoia.
Mensajes insistentes por parte de un hombre que buscaba quedar o intimar con ellas a pesar de haber rechazado la propuesta, comentarios o fotos sexualmente explícitos que ellas no habían solicitado o insultos tras haber rechazado a una persona.
Estas son algunas de las situaciones a las que se enfrentan algunas mujeres en su día a día y que se recogen ahora en el estudio “Mujeres jóvenes y el acoso en redes sociales” que ha presentado el Ministerio de Igualdad.
Por todo esto, casi la mitad de las encuestadas (el 45,7%), de entre 16 y 24 años, asegura que se ha sentido, alguna vez, ofendida, humillada, intimidada o acosada en las plataformas online. Y que les provocó enfado, impotencia, asco e inseguridad. En algunos casos, llegaron incluso a sentirse culpables. Pero las consecuencias pueden ir más allá. Y afectan a su salud mental. En concreto, el informe recoge que, por dichas situaciones, algunas de ellas tuvieron depresión, ansiedad, paranoia y trastornos de alimentación.
A partir de estos hechos, una de cada tres mujeres afirma que no vuelve a casa sola por la noche.
Los expertos ponen el foco en la denuncia. “Las mujeres que sufren violencia acuden muy poco a las instituciones. Esto nos quieren decir que no lo estamos haciendo bien”, ha señalado la Secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de género, Ángela Rodríguez Pam, durante la presentación. Y es que, si nos fijamos en los datos, dos de cada tres jóvenes no denunciaron el acoso. Además, un tercio de las afectadas no ha tomado ninguna medida tras estas experiencias. En los casos en los que sí lo han hecho, lo más recurrente ha sido cerrar su cuenta en redes sociales.
¿A quién piden ayuda estas mujeres? Pues en su mayoría, dicen, lo solucionaron solas aunque buscaron el apoyo de sus amigas. Piden soluciones como, por ejemplo, agilizar y hacer más cercanos los protocolos de emergencia y los procesos de denuncia. Ellas creen que son más vulnerables que ellos en redes sociales.
El estudio diferencia entre el acoso afectivo-sexual (el que comete un hombre que acosa insistentemente a una mujer a través de mensajes, fotos, insultos etc.) y el ciberbullying (que se suele producir en el entorno educativo con amenazas o difusión de contenidos falsos o personales). El primero es el mayoritario entre las chicas (lo sufrieron el 66%). Instagram es la red social donde más se da el acoso.