EN BUSCA DE UN MUNDO EQUILIBRADO
La mujer sigue estando en situación de desigualdad en muchos campos, incluido el científico, un campo tradicionalmente dominado por hombres. Cuando pensamos en una persona científica tendemos a pensar en un prototipo masculino, y eso implica siempre un trabajo añadido a las mujeres para obtener reconocimiento. Según una encuesta europea del 2015, el 63% de los españoles opina que las mujeres no sirven para ser científicas de alto nivel.
Por ejemplo, solo el 3% de los premios Nobel de ciencias han sido otorgados a mujeres desde la creación de los galardones en 1901. En España, solo el 18% de los premios de ciencia recaen en mujeres científicas. Si hablamos de posiciones estratégicas en laboratorios, universidades y centros de investigación, solo el 20% están ocupados por mujeres.
Las razones para tan dramáticos porcentajes son muchas y variadas que van desde los estereotipos asociados a niños y niñas que las empujan a ellas a no decantarse por, sobre todo, intereses tecnológicos; a las dificultades de compaginar la maternidad con una carrera tan demandante como la investigadora; pasando por los sesgos que hacen que las mujeres reciban menos financiación para proyectos o las dificultades para romper el techo de cristal y acceder a puestos de liderazgo.
La lucha contra el cambio climático no puede prescindir durante más tiempo del talento, de la experiencia y de la creatividad de la mitad de la población mundial, es decir, de las mujeres. Es necesario que las mujeres cuenten con los espacios para poder realizar aportaciones y tengan poder de decisión.
Hasta hace poco más de 100 años las mujeres hemos estado privadas del acceso al conocimiento, y gracias al trabajo de mujeres pioneras que se han atrevido a luchar por nuestros derechos, podemos estar nosotras hoy aquí, realizando una expedición en La Antártida. Actualmente, como sociedad vamos perdiendo en la lucha contra el cambio climático y la solución puede estar en la inclusión de la mujer con potencial de liderazgo en la toma de decisiones, al menos así lo indican muchas investigaciones en el área de efectividad de grupos de trabajo para resolver conflictos. Homeward Bound propone una solución innovadora a un problema que está afectando la vida de muchas personas, especies y ecosistemas. Nosotras creemos que la lucha en diversos frentes es necesaria y queremos que nuestras voces también sean escuchadas, tenemos mucho que aportar y creemos en que juntos podemos conseguir mejores soluciones.
Nosotras hemos tenido la oportunidad de dar visibilidad a la mujer en el campo científico, participando en el programa Homeward Bound, gracias a que empresas como Acciona han apostado por la igualdad y el reconocimiento a la mujer.
Queremos destacar que la lucha contra el cambio climático es una lucha tanto de hombres como mujeres, y debemos ir juntos en la misma dirección. La reivindicación del papel de la mujer en la ciencia y la tecnología, en los procesos de toma de decisiones, en puestos clave, no es una reivindicación excluyente. No queremos un mundo solo de mujeres, queremos un mundo equilibrado, con igual representación de hombres y mujeres.
Firmado: Ana Payo, Alicia Pérez Porro, Uxua Lópex y Alexandra Dubini. Acciona Team.