Operación policial
Policía Nacional y Guardia Civil han desarticulado un "violento grupo criminal" dedicado al cobro de deudas en el que el lugarteniente del cabecilla, un empresario de la construcción, era un ultra de fútbol condenado por agredir a un aficionado rival.
Al menos 8 personas han sido detenidas en una operación llevada a cabo por la Policía y la Guardia Civil en la que ha caído un "violento grupo criminal"dedicado al cobro de deudas liderado por un empresario de la construcción vinculado al mundo del fitnes de Sevilla y que tenía como lugarteniente a un ultra de fútbol condenado por agredir a un aficionado rival.
Las detenciones han tenido lugar en Almonte (Huelva), Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y en las localidades sevillanas de Benacazón, Espartinas, Arahal y en Sevilla y los delitos que se les imputan a los arrestados son: presuntos autores de un delito de pertenencia a grupo criminal, secuestro, lesiones graves, delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas y robo con fuerza.
El inicio de la investigación se remonta al presunto secuestro de un hombre en Gelves (Sevilla), donde se vio cómo unos individuos introducían a otro a punta de pistola en el interior de un vehículo. Estos hechos fueron denunciados posteriormente por la víctima, que aseguró que durante 4 horas y media estuvo retenido en una finca de Benacazón, recibiendo todo tipo de amenazas y agresiones físicas mientras le reclamaban 90.000 euros para su liberación.
La cara visible de este "violento grupo criminal" era un ultra de un equipo de fútbol, condenado en 2019 por agredir a un aficionado de un equipo rival, y al que al parecer contrató un empresario del sector de la construcción de la provincia de Sevilla como escolta personal y lugarteniente, dentro de una red dedicada al cobro de deudas mediante actos violentos, no dudando en recurrir a las agresiones físicas y a los secuestros en los casos más extremos.
Durante los registros se les intervino una pistola de 9 milímetros con el número de serie borrado y en perfectas condiciones de funcionamiento, una pistola simulada, dos carabinas y una pistola de aire comprimido, una defensa extensible, un bate de béisbol y un vehículo de alta gama que previamente había tenido que entregar la víctima como adelanto del pago requerido y que los investigados pretendían vender. También se les intervinieron diverso material informático, teléfonos móviles, tarjetas telefónicas de interés para las investigaciones y varias nóminas falsificadas que uno de los miembros del grupo utilizaba para adquirir productos de crédito y el alquiler de la vivienda en la que residía.