Pornografía
La mitad de los jóvenes españoles dice no haber recibido educación sexual, ni por parte de su centro educativo, ni por parte de su familia.
En plena era digital, con cada vez más acceso a todo tipo de contenidos a través de la tecnología, la Fundación FAD Juventud (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción), presenta su estudio 'Juventud y pornografía en la era digital. Consumo, percepción y efectos'. Mediante el estudio, se pondrán de manifiesto los datos recogidos entre la gente joven respecto al consumo de pornografía. Tal y como afirman desde la Fundación, "hay datos preocupantes". Además, destacan la diferencia marcada entre los resultados de los chicos y los de las chicas.
Aunque el 45% de los jóvenes tuvo su primer contacto con la pornografía a la edad de 13 años, existe un pequeño porcentaje de niños de entre 7 y 8 años que ya ha accedido a ella. Cada vez, se accede antes a este tipo de contenido, explican desde la Fundación.
Además, teniendo en cuenta las diferencias entre ambos sexos, las chicas suelen acceder a ello, aproximadamente, un año más tarde que los chicos. Mientras que el 56,1% asegura que el porno les ayuda a conocer y comprender mejor el sexo, el 37% cree que provoca que se cree una imagen falsa sobre cómo es el sexo en realidad. Además, el 36% afirma que la pornografía incita a mantener relaciones sexuales sin preservativo, dado la ausencia de este en la mayor parte del contenido.
Según Beatriz Martín, directora general de FAD Juventud, "el peligro es que su sexualidad, que se forma a edades tempranas, asuma como normales comportamientos agresivos, violentos, de riesgo o degradantes para las mujeres". Actualmente, el 52,6% de las chicas y el 72,1 % de los chicos consume porno.
En el caso de los chicos, lo hacen casi cotidianamente, mientras que las chicas, esporádicamente, como afirman desde la Fundación. Del mismo modo, siguiendo con las diferencias entre ambos sexos, las chicas destacan en un consumo vinculado a la curiosidad o al aprendizaje, mientras que los chicos destacan en un consumo por diversión o para la masturbación.
El contenido violento está bastante extendido entre el consumo pornográfico de los jóvenes. 1 de cada 4 lo consume de forma más o menos habitual. En cuanto a este tipo de contenidos, las chicas perciben en mayor medida la presencia de violencia, mientras que los chicos destacan más la ausencia de violencia o contenidos discriminatorios. Del mismo modo, las chicas identifican mucho más el impacto que ejerce la pornografía, siendo más críticas sobre su papel en la sociedad y su influencia. Por otro lado, los chicos tienden a minimizar estos efectos, como aseguran en la Fundación.
El 33% de los encuestados afirma que es frecuente encontrarse violaciones en el porno. Por ello, desde la Fundación, destacan la existencia de una relación inevitable entre pornografía y violencia. El 43,1% de los encuestados cree que la pornografía discrimina con frecuencia a las mujeres, y el 37% cree que fomenta la violencia sexual. Además, casi la mitad de las chicas (un 48,2%) cree que este tipo de contenidos fomenta la cultura de la violación. Creencia que sostiene el 26,7% de los chicos.