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Robos

40 euros, vino y una casulla antigua, el botín del robo de una Iglesia en A Merca

Los vecinos de esta localidad ourensana alertan de que los ladrones utilizaron una gran violencia para el asalto.

Iglesia de Santa Maria de Emtrambosríos, en A Merca (Ourense)Antena 3 Galicia

Un robo ante los ojos De Dios. Es el que han perpetrado, una o más personas porque aun no les han encontrado, en la iglesia de Santa Maria de Emtrambosríos, en A Merca (Ourense). Se trata de un templo de construcción sencilla, del s. XVIII, con una sola nave y capilla mayor. Hasta ahora destacaban dos retablos, uno neogótico y otro lateral barroco, pero los ladrones destrozaron todo lo que encontraron a su paso.

Todo ocurrió el miércoles, o al menos fue ese día el que un vecino de la zona, paseando ante la iglesia, vio un limosnero tirado en una cuneta. No perdió tiempo y contactó con el párroco, Miguel Blanco, que a su vez llamó a la Guardia Civil.

Mientras las autoridades no llegaban, el sacristán del templo, Antonio López, se acercó al lugar y confirmó que se había cometido un robo. "Al principio no supe qué se habían llevado pero la verja estaba abierta y la puerta de la Iglesia reventada". Poco después, y ya con la Guardia Civil allí, supieron del botín completo.

Los ladrones entraron en la sacristía y se llevaron, efectivamente, un limosnero que después abandonaron en su huida. Además, el escaso dinero que había en el templo, unos 40 euros, una casulla antigua y, para rematar la faena, también la botella de vino que tenían para celebrar la eucaristía de este próximo domingo.

Destrozaron lo que encontraron a su paso

Lo cierto es que quien cometió el robo no reparó en los cuadros, de valor, ni en los santos, "posiblemente salieron con prisa, o ni sabían a lo que venían", explica el sacristán. Pero sí destrozaron todo lo que encontraron a su paso. Para tener acceso a la iglesia forzaron la puerta y lo hicieron utilizando una cruz de hierro arrancada, previamente, de una de las sepulturas más antiguas del camposanto que está justo en el exterior, una de 1909. Además, quitaron una piedra de otra lápida e hicieron uso de una jardinera para conseguir romper de todo la entrada.

En las últimas horas, Antonio López, el sacristán, se ha afanado en intentar improvisar un nuevo cierre. "Puse una madera cruzada para evitar que puedan entrar de nuevo, aunque ya poco queda dentro", se lamenta. Y, mientras intenta recomponer los daños, los vecinos se preguntan quién o quiénes pueden ser los culpables de todo esto. La zona es de poco tráfico, a penas pasa gente por allí, por eso les extraña no haber escuchado nada en estos días pasados.

El domingo se celebrará la misa, como se hizo el pasado, aunque sin limosnero y con el miedo aun en el cuerpo. La pasada semana tres empresas de la comarca fueron asaltadas. Esperan que este haya sido el último de los robos y que la Guardia Civil pueda dar con ellos.