Tribunal Supremo
El agente de la Benemérita había interpuesto varias denuncias falsas a un vecino de Almería. Ahora ha sido condenado a 4 años y 6 meses de prisión.
Un vecino de Almería ha sido condenado a 4 años y 6 meses de prisión tras falsear multas de tráfico en, al menos, cuatro ocasiones. Tal y como ha confirmado este martes el Tribunal Supremo, el agente de la Guardia Civil habría interpuesto falsamente denuncias a otro vecino, con el que compartía enemistad, para perjudicarlo.
Los hechos ocurrieron en 2017, cuando el guardia civil, que patrullaba junto a otro compañero, interponía dos multas a su vecino, con el que "tenía rencillas derivadas de cuestiones de vecindad", por "no respetar las señales de los agentes de la autoridad que regulan la circulación" y "no haberse sometido el vehículo reseñado a la ITV caducada desde el año 2011 según terminal informática DGT".
Sin embargo, el expediente de la infracción situaba al vehículo en un punto que distaba notablemente del lugar donde realmente se encontraba el agente en el momento en el que interpuso la denuncia.
Asimismo, un mes más tarde, en abril, el agente de la Benemérita se dirigió de madrugada a la avenida donde vivía la víctima y aparcó el vehículo oficial allí. Cuando el vecino salió para trabajar, le interpuso de nuevo dos multas: otra por "no haberse sometido el vehículo reseñado a la inspección técnica periódica establecida reglamentariamente" y una segunda por no usar el cinturón de seguridad.
La sentencia asegura que el ahora condenado "actuó de manera deliberadamente incorrecta en su proceder toda vez que en los dos expedientes eludió que la intervención se produjo en la Avenida de los Juegos del Mediterráneo que, por tratarse de vía urbana, es competencia exclusiva de la Policía Local, haciendo constar falazmente en los boletines como lugar de la infracción la carretera N-344".
Recurso rechazado
Ante la sentencia de la Audiencia Provincial de Almería, el condenado presentó un recurso. Sin embargo, cuatro años después, el Supremo lo ha rechazado, dando la razón al vecino afectado.
El agente de la Guardia Civil ha sido condenado a 4 años y 6 meses de prisión por un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público. El fallo recoge que "empleaba las competencias y responsabilidades que se le asignaban, para satisfacer indebidamente sus intereses personales, en lugar de utilizarlas para la satisfacción del interés público".
Asimismo, el condenado deberá pagar una multa de 2.706 euros y será inhabilitado para ser agente durante cuatro años.