Sanidad
Hay un enorme pánico entre los 28.000 aspirantes a aprobar el MIR, puesto que, si se contagian de coronavirus, no podrán hacer la prueba hasta el año que viene. Casi todos están encerrados en casa hasta el examen.
Los aspirantes al MIR viven una situación muy complicada. No solamente por el estrés de la prueba que deberán pasar para completar su formación en Medicina, sino también por las actuales circunstancias que les han llevado a estar confinados a la espera de realizar un examen que, para ellos, es el más importante de sus vidas, y que puede determinar su futuro.
El motivo del nerviosismo no es otro que la pandemia y el pánico a contagiarse. Esto se debe a que solo hay una convocatoria este año, y, en caso de que una persona que aspire a dicho examen esté contagiada, no puede presentarse de ningún modo. La única opción que tendría sería presentarse a la prueba del año siguiente, pero debería esperar ya hasta 2023.
Por ello, la mayoría de los aspirantes, que se examinan este próximo sábado, están evitando el contacto en la mayoría de lo posible y permanecen recluidos hasta la realización de la prueba, ante el temor a que un posible contagio les obligue a no presentarse y deban esperar hasta el año que viene para hacer la prueba en cuestión.
El Gobierno no permite convocatoria extraordinaria
Una de las grandes polémicas de este asunto viene condicionada a que el Gobierno de España no ha accedido a que se convoque una segunda convocatoria, la llamada 'extraordinaria', para aquellas personas que, o bien suspendieron la primera prueba, o no pueden acudir por causas médicas, en este caso, por los contagios de coronavirus.
La negativa del Ejecutivo a la realización de esta segunda prueba ha levantado ampollas entre los aspirantes, quienes han debido recurrir por el auto-confinamiento para evitar cualquier imprevisto y que finalmente, no puedan realizar la prueba. Se trata de una circunstancia algo atípica que ha puesto de manifiesto los cambios en estas cuestiones por el virus.
Algo parecido ocurrió en Selectividad, donde se llegó a plantear la posibilidad de que no hubiera una convocatoria extraordinaria por el temor a que hubiera brotes masivos entre los alumnos. Ahí, finalmente, y tras generarse nuevamente una enorme polémica, se optó por posponer las fechas pero sí se permitió que hubiera segunda convocatoria.