UNA HERIDA DE 36 AÑOS
Hoy por fin los familiares de los soldados pueden despedir correctamente a los suyos. Hay lágrimas de tristeza, nostalgia, pero sobre son lágrimas de alivio.
Treinta y séis años de espera para poner fin al extenso proceso de identificación se cierran hoy con la instalación de las placas con nombre y apellido en las tumbas de 90 soldados.
Hasta ahora, descansaban bajo la leyenda "soldado argentino solo conocido por Dios".