Prestige
Se cumplen 20 años del hundimiento del petrolero 'Prestige' frente a las costas de Galicia, el vertido de su carga provocó una de las catástrofes medioambientales más grandes de la historia de la navegación.
El 13 de noviembre de 2002 el buque con bandera de Las Bahamas 'Prestige' lanzó una llamada de auxilio que fue atendida por Salvamento Marítimo, ya que se encontraba frente a la costa de Fisterra. El petrolero monocasco había interrumpido su travesía desde San Petersburgo hacia Gibraltar tras sufrir importantes daños estructurales en medio de un gran temporal.
La embarcación transportaba 70.000 toneladas de fuel en su bodega. El mensaje de auxilio se produce después de que una gran ola provocase una brecha en uno de sus laterales. El barco perdía combustible cerca de la costa. La respuesta del Gobierno español fue remolcarlo lejos del litoral, hacia el Atlántico, pero su periplo solo se extendió durante seis días. El 19 de noviembre el Prestige se partió en dos, agravando el vertido de fuel en el mar y dando paso a una crisis ecológica.
Se señaló al capitán del barco Apostolas Mangouras como posible culpable de tragedia medioambiental. En cuanto puso pie en tierra fue detenido por la guardia civil, aunque el mal estado de conservación del petrolero también fue una de las causas del desastre.
Toneladas de chapapote
En total, se derramaron 63.000 toneladas de petróleo y se contaminaron playas españolas, portuguesas y francesas, casi 3.000 kilómetros de litoral costero, en el que Galicia se llevó la peor parte. Las costas gallegas estuvieron cubiertas de chapapote durante meses.
El movimiento popular 'Nunca Mais' organizó a los miles de voluntarios que llegados de todas partes de España y Europa que se sumaron a las tareas de limpieza y recuperación del ecosistema. El vertido provocó la muerte de cientos de miles de animales marinos y aves. La pesca se suspendió durante más de seis meses en los alrededores de la costa gallega con pérdidas millonarias para el sector. A día de hoy los ecologistas consideran que la costa gallega se encuentra recuperada.
Tras varios juicios, la sentencia definitiva dictada por el Tribunal Supremo, fijaba las indemnizaciones a pagar en 1.500 millones de euros más otros 1.000 en intereses y costas. El fallo condenó como único responsable civil al capital del barco, Apostolos Mangouras, y subsidiariamente a la propietaria del buque y su aseguradora, con la que el Gobierno español mantiene el pleito para conseguir al menos los 855 millones de euros de la póliza. Un proceso judicial que actualmente se está dirimiendo en los tribunales del Reino Unido.