Investidura Pedro Sánchez
Desde el salto de la formación morada a la política allá por 2014 han sido evidentes los choques con la formación socialista, y más aún cuando se trataba de sus líderes, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Pero lo que eran reproches en un pasado ahora han pasado a ser abrazos.
Tras lo visto en el último debate de investidura en el que el PSOE rechazó las propuestas de Unidas Podemos y Pablo Iglesias profirió aquello de: "Temo que usted no será presidente de España nunca", hemos pasado al ya conocido como "pacto del abrazo". No hay nada más que ver las diferencias cuando ayer, tras acabar su turno de réplica a Unidas Podemos, Pedro Sánchez se acercó a abrazar al que, seguramente sea, su vicepresidente en el próximo gobierno.
Muy atrás queda ya cuando Pedro Sánchez afirmó el pasado mes de septiembre que no podría dormir bien al igual que el 95% de los españoles si aceptase un gobierno de coalición con Unidas Podemos. Ayer mismo, el líder socialista reconoció en la tribuna de oradores los desencuentros en el pasado, pero concluyó: "Bien está lo que bien acaba".