Covid-19
La variante XEC del coronavirus se está extendiendo rápidamente por Europa. Los expertos alertan de su alta contagiosidad y del aumento de síntomas graves.
Más de cuatro años han pasado desde que se decretara en España el estado de alarma por la pandemia de COVID-19. Y, aunque gracias a las medidas sanitarias adoptadas desde entonces y a las campañas vacunación el coronavirus ya no está considerado como una amenaza mundial, el virus ha continuado ahí, entre nosotros, evolucionando sin cesar. El resultado han sido nuevas variantes, algunas de las cuales son mucho más contagiosas y peligrosas que la cepa inicial. Es el caso de la variante XEC del COVID-19.
Desde que se detectara por primera vez en Alemania, la variante XEC del coronavirus se ha extendido por más de una decena de países de la UE, así como por otros continentes. De hecho, los expertos ya han avisado que, de seguir la tendencia, podría convertirse en el tipo dominante.
Reino Unido, Dinamarca, Francia, Irlanda, Suecia, Eslovenia, Bélgica, Italia, Países Bajos... Son algunos de los países europeos que han notificado una mayor incidencia de XEC. También en España, donde esta variante supone alrededor del 1% de los casos totales.
Los más de 1.115 casos registrados a nivel mundial han llevado a las autoridades sanitarias pertinentes a dar la voz de alarma sobre la variante XEC debido a dos factores: su alta contagiosidad y al aumento de síntomas graves que ocasiona en algunos pacientes.
Aunque la variante XEC es la segunda cepa más común en los casos registrados en septiembre, aún se mantiene lejos de la principal, KP.3.3, con una incidencia del 13%.
Al respecto, la preocupación de los expertos no se centra tanto en los efectos de XEC, sino en su rápida velocidad de transmisión: tal y como afirman las autoridades, la cepa contiene mutaciones que pueden hacer más fácil su contagio, ya que ha surgido de otras subvariantes de Ómicron, que a su vez era de las más contagiosas.
Los síntomas más comunes de la variante XEC son los siguientes:
Además, otros síntomas incluyen congestión nasal, secreción nasal, vómitos y diarrea. Unos síntomas muy similares a los de un resfriado o una gripe común, lo que puede llevar a confusión y dificultar el diagnóstico inicial.
Es importante señalar que, mientras que por lo general los pacientes se recuperan rápidamente, otros pueden experimentar síntomas de mayor gravedad y requerir hospitalización.
Que la variante XEC provenga de la misma cepa que Ómicron permite entender su alta capacidad de contagio y propagación. Sin embargo, también hay un punto positivo en esta 'familiaridad': los expertos creen que las vacunas actuales deberían ofrecer una protección efectiva ante XEC, pues están preparadas para enfrentar a Ómicron.
Ahora bien, debido a la rápida propagación de la nueva variante, todavía es pronto para sacar conclusiones firmes. Eso sí, se espera que esta cepa se mantenga presente durante el invierno, lo que podría suponer un incremento en las infecciones respiratorias en los próximos meses.
Según la Dra. Helen Wall, directora clínica de salud poblacional, esta variante podría convertirse en la cepa dominante en Europa como ya se está observando al prevalecer cada vez más sobre casos con otras variantes.
"Sospechamos que es porque es más contagiosa, pero no conocemos del todo la situación. Por el momento, parece más como una gripe que otras variantes previas del Covid", expresó la doctora en una entrevista en 'Manchester Evening News'.
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