Salud

Virus del Nilo

El virus del Nilo se adelanta: Sevilla ha localizado los primeros casos

La detección de positivos refuerza la necesidad de una vigilancia de mosquitos adecuada, que sea capaz de detectar de la manera más precoz posible la circulación de virus.

Mosquito "Anopheles quadrimaculatus", portador del virus del NiloEFE

Los municipios sevillanos de La Puebla del Río y Villamanrique de la Condesa ya han detectado los primeros casos de mosquitos con el virus que provoca la Fiebre del Nilo Occidental (VNO). Se trata así de la fecha más temprana en Andalucía desde que se realiza una vigilancia del agente infeccioso en estos dípteros.

La Consejería de Salud ha publicado un informe en el que señalan que han detectado el virus en varios lotes de mosquitos capturados en la Dehesa de Abajo, de la Puebla del Río, y en Villamanrique de la Condesa.

Las dos trampas que han capturado mosquitos con positividad se encuentran localizadas en ámbitos rurales, alejadas a más de 1,5 kilómetros de la población, ha informado la Consejería. Sin embargo, la Junta ha comunicado a los municipios implicados esta situación para que puedan intensificar las medidas de vigilancia, control y comunicación a la ciudadanía establecidas en su Plan Municipal de Vigilancia y Control Vectorial (PMVCV).

Situación en Europa

El número de casos de dengue importados de regiones endémicas en Europa continúa en una tendencia ascendente, a la vez que aumentan los brotes locales de infecciones por el virus del Nilo Occidental y de dengue, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).

El incremento en la propagación de brotes de enfermedades transmitidas por mosquitos en la Unión Europea (UE) y el Espacio Económico Europeo (EEE) se ha agravado, de manera que en 2023 se notificaron 130 casos de dengue adquirido localmente frente a 71 en 2022.

En 2023 los países de la UE y el EEE notificaron 713 casos locales en 123 regiones diferentes de nueve países de la UE. Un total de 22 de estas regiones registraron casos por primera vez el año pasado. En 2022 hubo aún 1.133 casos, pero el número de regiones afectadas es el más alto desde el pico en 2018, lo que indica una amplia circulación geográfica del virus.

El mosquito Aedes albopictus, conocido por transmitir los virus del dengue, chikungunya y Zika, se está propagando más al norte, este y oeste de Europa y ahora tiene poblaciones autosostenibles en 13 países de la UE y el EEE. Mientras, el mosquito Culex pipiens, responsable de la propagación del virus del Nilo Occidental, es nativo de Europa y está presente en toda la UE y Espacio Económico Europeo.

El Aedes aegypti, vector del virus de la fiebre amarilla, del dengue, del chikungunya y del Zika, está establecido en Chipre y en varias regiones ultraperiféricas de la UE, como Madeira y las islas caribeñas francesas.

El virus del Nilo Occidental fue identificado por primera vez en Uganda, en la región del Nilo Occidental, en 1937. Desde entonces, se ha propagado por diversas partes del mundo, incluyendo África, Europa, Asia, y las Américas.

El ciclo principal de transmisión involucra a los mosquitos y las aves. Los humanos y otros mamíferos, como los caballos, son considerados huéspedes finales, ya que no transmiten el virus de vuelta a los mosquitos de manera efectiva.

Síntomas y manifestaciones clínicas

  • Asintomática en la mayoría de los casos: aproximadamente el 80% de las personas infectadas con el virus del Nilo Occidental no presentan síntomas.
  • Síntomas leves: en alrededor del 20% de los casos, la infección puede causar síntomas leves, similares a los de la gripe, como fiebre, dolor de cabeza, dolores corporales, náuseas, vómitos, y ocasionalmente, erupción cutánea e inflamación de los ganglios linfáticos.
  • Enfermedad grave: menos del 1% de los infectados pueden desarrollar una enfermedad grave, como encefalitis (inflamación del cerebro), meningitis (inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal) o meningoencefalitis (una combinación de ambas). Estos casos graves pueden causar síntomas como fiebre alta, rigidez en el cuello, desorientación, temblores, convulsiones, debilidad muscular y, en algunos casos, parálisis o coma.

Diagnóstico y tratamiento

  • El diagnóstico se realiza mediante análisis de laboratorio, que pueden incluir pruebas serológicas para detectar anticuerpos específicos contra el virus del Nilo Occidental o mediante la detección del ARN viral en la sangre o el líquido cefalorraquídeo.
  • No existe un tratamiento específico antiviral para la fiebre del Nilo Occidental. El tratamiento es principalmente sintomático y de soporte, incluyendo la hospitalización en casos graves para manejar complicaciones neurológicas.

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