Vacuna coronavirus
Las compañías farmacéuticas han ido publicando los resultados de sus respectivas vacunas con la variante delta en circulación y lanzan mensajes tranquilizadores.
Mientras España entra en su séptimo mes de vacunación con más de un 40% de personas con la pauta de vacunación completa, el número de contagios se ha disparado en los últimos días, especialmente entre los jóvenes, frenando las buenas perspectivas que se tenían de cara al verano. A todo ello hay que sumarle una variable más: la variante delta.
Tras su sombra está ya el aumento de contagios en países vecinos como Portugal o Francia y que amenazan con desencadenar una nueva ola debido a su mayor capacidad de propagación. Ante esta situación, la duda está sembrada: ¿repercutirá en la eficacia de las cuatro vacunas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA)?
Las compañías no son ajenas a este nuevo paradigma y al escenario que se abre. El vicepresidente del Comité Ejecutivo y director científico de Johnson & Jonhson, Paul Stoffels, tranquilizó a la población el pasado jueves día 1 asegurando que los resultados de un estudio reciente de su vacuna monodosis demuestra que es “fuerte y persistente”, también ante la variante detectada originalmente en la India.
Según los datos de la compañía, del medio millón de personas que participó en su estudio, solo un 1% se infectó, y de ellos, el 98% pasó la enfermedad de manera suave.
Prudencia
"Creemos que nuestra vacuna ofrece una protección duradera contra el Covid-19 y provoca una actividad neutralizante contra la variante Delta. Esto se suma al sólido conjunto de datos clínicos que apoyan la capacidad de nuestra vacuna contra múltiples variantes de interés", aseguró Stoffels a la vista de estos números.
Siete días antes, el director médico de Pfizer en Israel, Alon Rappaport, se mostró igual de optimista y cifró en el 90% la eficacia de su vacuna en prevenir la enfermedad en declaraciones recogidas por Reuters. Si bien es cierto que los resultados todavía son preliminares con la variante india y las autoridades israelís han avisado ya de la pérdida de eficacia para prevenir los contagios.
Respecto a AstraZeneca, un estudio divulgado por la Public Health England (PHE) a finales de junio evidenció que la efectividad de su solución es de un 60% contra la nueva variante y de un 33% tres semanas después de que la persona se inocule la primera dosis, casi un 20% menos que contra la británica.
De la que menos datos se tienen hasta el momento es la de Moderna. Los datos de que dispone la compañía hasta el momento sí son sensiblemente menores respecto a otras variantes con una protección de solo dos puntos menos. “Estos números son alentadores y refuerzan nuestra creencia de que la vacuna de Moderna debe seguir protegiendo contra las recientemente detectadas”, afirmó Stéphane Bancel, director ejecutivo de la empresa.