SEGÚN EL INSTITUTO PASTEUR DE FRANCIA
Las personas envejecen tanto por fuera como por dentro. Con la edad, el sistema inmunológico ya no funciona igual de bien que antes. A partir de los 60 años somos más vulnerables a las enfermedades infecciosas y algunas vacunas, como la de la gripe, son menos efectivas.
Sin embargo tener una alimentación adecuada que refuerce las defensas del organismo hace que la vacuna sea más efectiva. Según un estudio del Instituto Pasteur francés, cuando las personas habían consumido dos raciones de leche fermentada al día semanas antes de ponerse la vacuna, su organismo respondía mejor.
Las legumbres, las frutas y verduras que contienen vitamina C, los lácteos, los frutos secos o la miel son alimentos que refuerzan el sistema inmunológico. A ello también se suma la ingesta adecuada de líquidos. Casi tres cuartas partes de las defensas naturales del cuerpo están en la flora intestinal. Por ello, la clave está en vigilar la alimentación sobre todo en las épocas del año en las que el virus de la gripe tiene una mayor presencia.