Coronavirus
El enfado del personal sanitario alicantino va en aumento. Las urgencias se han llenado de falsos enfermos de coronavirus que fingen los síntomas para poder acceder a una PCR gratuita y rápida.
Su intención, buscar un resultado negativo lo más pronto posible y poder asistir a las cenas navideñas de forma segura y a coste cero. Incluso alguno de estos falsos enfermos confiesan sus intenciones a los médicos, alegando que verán a sus abuelos o que necesitan el resultado para poder viajar.
La denuncia que presentan los sanitarios de Alicante es que estas personas acudan directamente a urgencias, y no a los centros de salud. Estos últimos, en caso de que presenten -o finjan- síntomas, envían directamente a casa a los pacientes, que deben cumplir con la respectiva cuarentena. Algo con lo que no se conforman.
En cambio, los médicos de urgencias están obligados a atender a todo tipo de pacientes -reales o ficticios- y presentar un informe sobre su estado. Y los falsos enfermos de coronavirus lo saben.
Por ello, se presentan en los hospitales y fingen los síntomas para ahorrarse un posible confinamiento, las largas colas para una PCR y su coste.
Los sanitarios denuncian la presencia de falsos pacientes de coronavirus
Esta situación incrementa el enfado de la Sanidad Pública de Alicante, que denuncia la falta de civismo y la insolidaridad de estas personas en plena crisis sanitaria. Y sus argumentos son varios.
En primer lugar, la presencia de falsos enfermos supone un aumento del colapso sanitario. Además de atender a pacientes con otras patologías, y también con coronavirus, las urgencias se ven obligadas a asistir a los pacientes ficticios, lo que traduce una falta de medios y personal para quien verdaderamente lo necesite.
Por otro lado, los que fingen síntomas de coronavirus consumen recursos de forma innecesaria. Por ejemplo, una placa de rayos X que compruebe el estado de sus pulmones o la PCR que podría haber servido para otros pacientes "reales".
Y por último, cuando fingen sus síntomas, los falsos enfermos son trasladados al área "Free Covid" junto a otros sospechosos, poniendo en riesgo su propia salud. Puede que finalmente salgan del hospital con una PCR negativa -y gratuita-, pero nada les asegura que no se hayan infectado mientras esperaban en esa sala.