SE HA DISPARADO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
"Quería aprovechar que soy una madre afortunada y donar mi leche para ayudar a otros bebés". Así explica una mujer donante por qué presta esta ayuda desinteresada que resuelve los problemas de alimentación de los bebés más vulnerables.
Los niños que más se benefician suelen ser bebes prematuros. "Se sabe que en ocasiones no existe capacidad suficiente para poder dar la leche de la propia madre y entonces se tira de la leche que es donada", cuenta una enfermera.
Los bancos de leche la recogen y procesan con todas las garantías sanitarias. En 2017 se han registrado unas 1.600 madres donantes, lo que supone 8.000 litros de leche. Para poder ayudar a estos bebés es necesario pasar un reconocimiento médico. En principio solo es necesario que esa mujer esté amamantando a su propio hijo y que este siendo una lactancia exitosa y que no exista riesgo de transmitir una enfermedad contagiosa.
La lactancia es la forma natural y la más beneficiosa de alimentar a los recién nacidos. La Organización Mundial de la Salud recomienda alimentarlos exclusivamente de leche materna has los seis meses.