LA ENERGÍA SOLAR APORTA EL 90% DE LA VITAMINA D

Tomar el sol media hora al día reduce el riesgo de infarto de corazón

La vitamina D es un factor esencial para reducir el riesgo cardiovascular, por ello los expertos recomiendan una exposición solar, con protección, de media hora al día, ya que esta vitamina la obtenemos en un 90% por la filtración solar.

Una exposición solar de media hora al día con protección reduce los factores de riesgo cardiovascular ya que permite obtener el 90% de las cantidades recomendadas de vitamina D o de la llamada "vitamina de la luz del sol".

Así lo han recalcado los cardiólogos de la Fundación Española del Corazón, que han alertado sobre la importancia de mantener unos hábitos de vida cardiosaludables para mantener los niveles de vitamina D por encima de 30 nanogramos por mililitro (ng/ml).

Los estudios epidemiológicos han demostrado una vinculación entre los niveles bajos de vitamina D y una mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial y la diabetes, que pueden llegar a provocar enfermedades cardiovasculares como el infarto o la angina de pecho.

En concreto, el estudio estadounidense Health Professionals Follow-up Study ha revelado que el riesgo de infarto se multiplica por dos en aquellas personas que tienen valores de vitamina D inferiores a 15 ng/ml. La vitamina D se produce principalmente mediante la exposición de nuestra piel a los rayos solares UV.

Esta exposición produce, según la doctora Regina Dalmau, una reacción química que transforma el colesterol o ergosterol (propio de los vegetales) en este tipo de vitamina, que también está presente en muchos alimentos. Lo está en pescados grasos -salmón, atún, caballa o las sardinas-, marisco, huevo o algunos productos lácteos -leche, yogures y quesos-, en cereales y zumos.

La vitamina D, tanto la que obtenemos mediante la filtración de la luz solar (90%) como la que ingerimos mediante alimentos (10%) sufre dos transformaciones en el organismo. La primera tiene lugar en el hígado y da lugar al calcidiol, y la segunda, en los riñones y otros tejidos, y produce calcitriol, una hormona activa que estimula la absorción del calcio, algunos fosfatos y regula la transcripción de diferentes genes. Además, también participa en la síntesis de la insulina y en la contracción cardiaca, regula el sistema inmunitario y tiene poder antimicrobiano.

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