Cáncer de mama
Se trata de una nueva tecnología basada en ultrasonidos 3D y supercomputación donde no hay comprensión ni radiación. Es indolora y ofrece una gran calidad de imagen con la ayuda de la inteligencia artificial.
Ultrasonidos tomográficos en 3D, técnicas de supercomputación e inteligencia artificial. Son los revolucionarios ingredientes de esta nueva herramienta diagnóstica que podría complementar y mejorar el diagnóstico del cáncer de mama y que aporta nuevas ventajas: es indolora, no se irradian rayos X, es muy precisa y ofrece alta calidad de imagen. Es lo que explica la doctora Ana Rodríguez, jefa servicio radiología de la Mujer Vall d'Hebron, una "nueva herramienta diagnóstica que puede ayudar a dejar de vivir la mamografía como una prueba agresiva, ya que no hay comprensión ni radiación".
La creación de la técnica forma parte del proyecto europeo QUSTom y se utiliza un Tomógrado Computarizado por Ultrasonido 3D (3D USCT III) para tomar las imágenes. La paciente se coloca boca abajo en una cama, mientras su mama se sumerge en un recipiente lleno de agua a una temperatura de 36.5°C, luego se utiliza el ultrasonido para tomar datos de cada mama por separado y todos esos datos recopilados se procesan.
La paciente está cómodamente en la camilla boca abajo añade la doctora Rodríguez "y mientras introduce la mama en una cazoleta con agua a temperatura corporal durante 7 minutos, se le toman múltiples imágenes ecográficas de forma tridimensional y esos datos luego se trasladan a un superordenador para procesarse". Para la doctora es un procedimiento en el que la paciente está relajada, no hay comprensión de la mama y es más confortable".
Los datos registrados se transfieren a una computadora y, tras horas y miles de simulaciones, el software utilizado en el supercomputador genera imágenes 3D reales de alta calidad. Josep de la Puente, investigador del Barcelona Supercomputing Center, nos explica que "se trata de adquirir datos de ultrasonidos, son como pistas de audio, se usan estos datos crudos y se llevan al superordenador para reconstruir imágenes médicas". Y añade que todo eso "puede sonar complejo y futurista pero lo estamos haciendo aquí y ahora".
El ensayo está dirigido a pacientes del programa de detección precoz de cáncer del hospital Vall d'Hebron de entre los 50 y los 69 años. A estas pacientes se les realizará de forma habitual su mamografía y se le ofrecerá esta posibilidad para que participen en esta nueva técnica.
En el proyecto QUSTom, cuenta con la participación de socios del Reino Unido, Alemania, Eslovenia y España y reúne a físicos, ingenieros, científicos de la computación, oncólogos y médicos radiólogos.
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