Salud

Síndrome del elevador del ano

Síndrome del elevador del ano o 'puborrectal': características y por qué se produce

Esta patología se caracteriza por dolor anal crónico. Consulta todos los detalles.

Una persona con la mano en el bolsilloPixabay

El síndrome del elevador del ano es una patología o 'síndrome puborrectal' es una patología que se caracteriza por un dolor anal crónico. Puede darse el caso de que no desaparezca nunca. Es por esto por lo que se trata de una enfermedad que puede alterar la calidad de vida de los pacientes, por lo que se debe conseguir una correcta evaluación médica, así como un tratamiento adecuado para poder aliviar la sintomatología.

"Es importante recalcar que la primera línea de tratamiento es una buena relación médico paciente, en la que el médico transmita que el síndrome del elevador del ano es un trastorno benigno de tipo funcional que, con un seguimiento estrecho, y diversas opciones terapéuticas, puede desaparecer o mejorar la calidad de vida del paciente", explica la doctora Isabel Lechuga, especialista en cirugía general del Hospital Quirónsalud Valle del Henares (Torrejón de Ardoz).

Añade que "se trata de un dolor localizado en el ano. Es descrito por los pacientes como un dolor vago o sensación de presión (tenesmo) en el recto de predominio diurno, y que empeora al estar sentado".

Una sensación de "sentarse en una pelota"

La doctora explica que los pacientes refieren una sensación de "sentarse en una pelota", o de "tener una pelota en el recto" con una duración de, al menos, 20 minutos, y que se alivia al tumbarse o defecar. "El estreñimiento y la defecación incompleta son síntomas frecuentes. Los trastornos urinarios y el dolor con el coito son síntomas raros", agrega.

Es una patología poco frecuente en la población, afecta al 6,6% de las personas y es más común en mujeres de edades comprendidas entre los 30 y 60 años.

Causas

Aunque no se conoce bien el mecanismo por el cual se produce el LAS, esta especialista en Aparato Digestivo indica que las hipótesis más aceptadas son los espasmos o las contracciones transitorias de la musculatura del suelo pélvico, un aumento de la presión de reposo del canal anal, y la disinergia defecatoria (falta de coordinación entre las contracciones abdominales y la función del esfínter anal).

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