Siestas
Las siestas que tienen una duración igual o inferior a los 30 minutos pueden ayudar al cerebro a que no desarrolle enfermedades neurodegenerativas.
La siesta es algo que se podría considerar como una tradición en España. 'Echar una cabezada' al acabar de comer para reponer fuerzas es una de las cosas que comparten la gran mayoría de españoles y más, cuando pueden ser beneficiosas para la salud.
Varios investigadores internacionales han llegado a la conclusión de que las siestas que duran menos de 30 minutos pueden ayudar a que no se acelere el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como pueden ser el Alzheimer o el Parkinson.
En España, alrededor de unas 800.000 personas padecen de Alzheimer. Se trata del tipo de enfermedad neurodegenerativa más común. Tiene una mayor influencia en las mujeres, concretamente 3 por cada hombre, aunque este dato se ve influenciado por la superior esperanza de vida que tienen las mujeres sobre los hombres.
Asimismo, la enfermedad de Parkinson la sufren más de 100.000 personas en España. Esta patología se caracteriza por afectar mayoritariamente al rango de población mayor de 65 años, aunque un porcentaje similar al 10% de las personas que lo sufren son menores de 50 años.
Un estudio realizado por la investigadora Marta Garaulet de la Universidad de Murcia, asegura que dormir siestas largas (más de 30 minutos) pueden llegar a provocar daños en la salud de las personas. El análisis divide a los participantes en tres grupos: aquellos que no hacen siesta, aquellos que hacen siestas cortas (menos de 30 minutos) y aquellos que hacen siestas largas (más de 30 minutos).
Los síntomas de las personas que duermen siestas largas es por lo general más dañino que el de los otros grupos: se despiertan con más hambre o con ganas de comer algo dulce, van a dormir a altas horas de la noche e incluso generan una mayor ingesta de calorías y consumo de tabaco.
Por otro lado, el estudia afirma que las personas que duermen siestas largas presentan índices de masa corporal más altos, así como una presión arterial elevada. También son más propensos a desarrollar problemas cardiovasculares, diabetes u obesidad con mayor facilidad.
Las siestas son beneficiosas para la salud, e incluso necesarias en caso de haber dormido poco, si son de una duración igual o menor a los 30 minutos. Reducen el estrés, estimulan la creatividad de la persona y son capaces de alejar las tensiones laborales, según un estudio de la Universidad de Cornell (Estados Unidos).