SEGÚN UN ESTUDIO
Las personas con fuertes sentimientos de responsabilidad son susceptibles de desarrollar un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) o un Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG). La ansiedad es un comportamiento común entre la población. Sin embargo, lo que marca la diferencia entre un rasgo y un desorden del carácter es la frecuencia e intensidad de estos comportamientos.
El objetivo de la investigación es buscar una causa común para estos trastornos y simplificar las teorías de cada trastorno. El equipo de investigación formado por Yoshinori Sugiura y Brian Fisak, profesor asociado de la Universidad de Florida Central, identificaron tres tipos de responsabilidad inflada:
El primero es la responsabilidad para evitar el peligro. El segundo, el sentido de responsabilidad personal y culpa por los resultados negativos y por último la responsabilidad de continuar pensando en un problema.
Para establecer si la responsabilidad inflada era un predictor de Trastorno Obsesivo Compulsivo o Trastorno Ansiedad Generalizada, realizaron una encuesta a estudiantes universitarios estadounidenses. Del estudio extrajeron que la responsabilidad personal, la culpa y la responsabilidad de seguir pensando en algo, tenían el vínculo más fuerte con los trastornos como el TOC.
Los investigadores aclaran que el estudio preliminar no es representativo debido a la pequeña escala y la población sesgada (en su mayoría mujeres universitarias), aunque sugieren que los resultados se puede aplicar a una población más grande y extraer resultados similares.
Yoshinori Sugiura dice que una manera muy fácil para reducir la ansiedad es darse cuenta de que la responsabilidad está detrás de la preocupación. Darse cuenta de ello disociará el pensamiento de responsabilidad y el comportamiento.
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