SEGÚN UN NUEVO ESTUDIO
Los secadores de manos, habituales en los baños públicos, fomentan la expansión de múltiples bacterias, incluidas fecales.
Según un estudio publicado en la revista Applied and Environmental Microbiology, en el ambiente de los 36 aseos de la Universidad de Connecticut donde se realizó el experimentos se encontraron más bacterias que en el aire del resto del recinto.
"Las bacterias en los baños vendrán de las heces, que pueden formarse cuando los inodoros se enjuagan", dijo el autor del estudio, Peter Setlow, a Newsweek .
Como el aire que expulsan estas máquinas es el absorbido dentro del propio aseo, durante el secado nuestras manos están expuestas a mucho más aire de lo normal y por tanto, a más bacterias.
El estudio señala que un método para evitar la expansión de estas bacterias es la colocación en los secadores de unos filtros especiales y revisar frecuentemente su correcto funcionamiento.
Este 'nido de bacterias' que pueden suponer los secadores ha llevado a que en muchos locales públicos se prefiere sustituir estos aparatos por toallitas de papel.