Cáncer de mama
Se trata de una técnica conocida como termoablación con microondas. Una técnica para todas aquellas mujeres que padecen cáncer de mama y no pueden someterse a una intervención quirúrgica.
Cada día conocemos nuevos tratamientos para combatir el cáncer de mama. Uno de ellos es la termoablación por microondas, que consiste en la introducción de una aguja hasta el tumor y, una vez posicionada dentro del mismo, se aplica calor hasta necrosarlo y acabar con todas las células tumorales.
Según el jefe de sección de Radiología de Mama del Ramón y Cajal, Miguel Chiva de Agustín, "es una alternativa más a la cirugía y cuenta con muchas ventajas. Una de ellas es que es una técnica rápida que no dura más de 15 minutos, indolora, se aplica anestesia local y ambulatoria. Las pacientes tan solo deben esperar media hora para observar si hay alguna complicación y enseguida se pueden ir a su casa. Además, al ser un tratamiento tan poco invasivo, a diferencia de una cirugía, en estos casos no hay cicatriz ni rastro estético en el cuerpo de las pacientes.
De momento el perfil de las pacientes que se someten a este tratamiento son mujeres mayores que no pueden entrar en quirófano por padecer otras patologías. Los tumores que se tratan con esta técnica no pueden superar los 3 centímetros. Para este tipo de dolencias, la termoablación, junto con la hormonoterapia, se convierten en un tándem perfecto para la eliminación total de la lesión.
En el Hospital Ramón y Cajal realizan unas 15 operaciones de este tipo al año. Al igual que aquí, esta técnica ya se practica en 18 hospitales más de nuestro país. Ahora todos ellos trabajan en registro nacional de tumores extirpados con esta técnica para conseguir una buena evidencia científica. Cuando esta evidencia sea mayor, darán un paso a pacientes más jóvenes con tumores pequeños con el fin de evitar cirugías más invasivas.
Esta técnica ya sido probada en otros órganos, como en el hígado o en tiroides, con mucho éxito.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente que afecta a las mujeres. Se calcula que una de cada ocho sufrirá esta enfermedad a lo largo de su vida. Cifras que se van reduciendo gracias a la tecnología y al diagnóstico temprano. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 fallecieron 685.000 personas en todo el mundo.