Embarazo
Una doctora estadounidense ha resuelto el misterio de los vómitos durante el embarazo, 20 años después de que le acusaran de exagerar sus náuseas.
Todo el mundo sabe que uno de los síntomas del embarazo son las náuseas. Es una cuestión conocida desde hace siglos, pero hasta ahora nunca nadie había investigado el mecanismo que hacía que las mujeres encinta vomitaran. Gracias a Marlena Fejzo, ya sabemos a qué se debe esta patología.
La doctora y profesora de ciencias de la población y salud pública en la Facultad de Medicina Keck (California, Estados Unidos) acaba de descubrir que las náuseas se deben a una hormona: la GDF-15. "Ahora sabemos que las mujeres enferman durante el embarazo cuando se exponen a niveles de la hormona GDF15 superiores a los que están acostumbradas", aseguró Fejzo.
Esta hormona es segregada por el embrión en sus primeras etapas de crecimiento y actúa sobre el tronco del encéfalo. "Lo que descubrimos es que hay mujeres que generan muy poca hormona o menos de lo normal. Y durante el embarazo, esta sube mucho. Al no estar acostumbradas, estas mujeres son hipersensibles al aumento", explicó la doctora. Esta es la clave para comenzar las investigaciones para conseguir encontrar un medicamento que actúe como remedio.
Algunas mujeres no sufren muchas náuseas durante su embarazo, otras, por el contario, no pueden parar de vomitar. En ocasiones, las embarazadas llegan a vomitar decenas de veces al día, deshidratándose y poniendo en riesgo su salud y la del feto. En este caso las náuseas pasan a considerarse parte de una enfermedad incapacitante llamada hiperémesis gravídica (HG).
Aún así, algunos doctores consideran que las mujeres exageran estos síntomas. Esto fue lo que le dijeron a Marlena Fejzo cuando se quedó embarazada de su primer hijo en 1996. No le dieron importancia a sus vómitos, aunque fueron tan graves que hicieron que la doctora no pudiera levantarse de la cama en semanas.
En su segundo embarazo, en 1999, los vómitos fueron todavía peores. La mayoría de mujeres engordan alrededor de 2 o 3 kilos en las primeras semanas de gestación, pero ella adelgazó siete. Acabó en silla de ruedas y alimentándose a través de una sonda intravenosa. El bebé murió.
Desde ese momento se ha dedicado a estudiar el motivo de este trastorno.