SE ENCUENTRAN EN VARIOS ALIMENTOS
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha activado una alerta sanitaria por un brote de intoxicación alimentaria provocado por toxina botulínica detectada en el atún en conserva en aceite de girasol de la marca DIA. El brote se ha detectado tras enfermar cuatro personas, de las que tres ya han sido dadas de alta, que ingirieron una ensaladilla rusa casera elaborada con el citado atún.
La Clínica de la Universidad de Navara explica que la toxina botulíonica es una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum.
La ingestión de alimentos contaminados, como en este caso el del atún, por toxina botulínica preformada produce botulismo, una enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de alteraciones vegetativas (sequedad de boca, náuseas y vómitos) y parálisis muscular progresiva en una menor probabilidad.
Su uso se ha extendido no sólo en el ámbito médico, sino también en otras áreas como en la estética. La neurología es una de las especialidades médicas en la que la toxina botulínica aporta mayores beneficios terapéuticos.