Falta de medicamentos
Esta semana hay falta de suministro de casi 900 medicamentos. El 90% de los problemas se solucionan en la farmacia con un fármaco sustitutivo, pero hay un 0,33% de los que faltan que no se pueden sustituir.
La falta de suministro continua afectando a muchos medicamentos. De hecho, en España ya faltan el 2,3% de los medicamentos. Unas incidencias que hospitales y farmacias llevan advirtiéndolo desde hace dos años, y que el desabastecimiento ha ido aumentando desde entonces. Pero ¿es siempre un problema que falte mi medicamento en la farmacia? En la mayoría de casos no, y el problema se suele solucionar en el mismo local.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) contempla tres niveles de desabastecimiento según los problemas que genera la falta de suministro.
En el primer nivel, el más común, se da cuando no encontramos nuestro medicamento en la farmacia, pero es fácilmente sustituible por otro. En este caso, la legislación permite al farmacéutico sustituir el fármaco por otro de igual composición, forma farmacéutica, vía de administración y dosificación. Además, también existe la posibilidad de que el profesional contacte con las farmacias cercanas para ayudar a localizar el medicamento. Nueve de cada diez casos de encontrarse con desabastecimiento de un medicamento se soluciona con estos métodos en la misma farmacia.
El nivel medio se trata de aquellos casos en los que el medicamento es más complicado de sustituir y por eso es necesario que sea un médico el que autorice una alternativa que sea adecuada para el paciente, según su historial médico.
El último nivel solo ocurre con el 0,33% de los medicamentos, que es cuando este no es sustituible por otro tratamiento. En estos casos, la Aemps cuenta con diversos mecanismos: una distribución controlada para priorizar a personas sin tratamiento alternativo, autorizaciones excepcionales de comercialización o de fabricación excepcional o paradas de exportación o importación de medicamentos extranjeros.
Este último caso es el que pasó con Hydrea, un fármaco indicado para enfermedades como la leucemia mieloide crónica, que empezó a faltar en abril y no fue hasta la semana pasada que se restableció el suministro con normalidad. En este caso, la Agencia Española del Medicamento autorizó su comercialización excepcional de otros mercados de la Unión Europea.
Actualmente, los medicamentos que están teniendo más problemas de desabastecimiento son los antiinfecciosos, como la amoxicilina; analgésicos, como el paracetamol; y los antidepresivos, según informa el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF).
La escasez de fármacos, y muy concretamente de antibióticos, preocupa mucho en Europa. Hace unos días, el Grupo Directivo Ejecutivo sobre Desabastecimiento y Seguridad de Medicamentos (MSSG) elaboró una serie de recomendaciones para evitar otra crisis de la amoxicilina pediátrica, como la del invierno pasado, cuando hubo que partir pastillas de adultos para dárselas a los niños.
Estas medidas consisten principalmente en aumentar la producción de antibióticos esenciales, hacer una supervisión de la oferta y la demanda y asumir una conciencia pública y uso prudente.
Paralelamente, las autoridades europeas están desarrollando un listado de medicamentos esenciales que se consideran necesarios para atender las necesidades básicas de la población y que, por tanto, serían prioritarios, que será publicada a finales de 2023.