Parálisis del sueño
La parálisis del sueño surge entre el estado del sueño y de la vigilia y afecta a más de la mitad de la población, al menos una vez en la vida.
La parálisis del sueño es una incapacidad transitoria frecuente y común, aunque sucede de forma espontánea y esto altera a quien la padece, afectando a su salud. Pero realmente, ¿qué es la parálisis del sueño?
La parálisis del sueño es una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario. Suele ocurrir en el momento de despertarse o en el de comenzar a dormir y la persona que lo padece está totalmente consciente, sintiendo todo su cuerpo paralizado sin poder hablar, tan solo oír y tocar.
Estos síntomas de la parálisis del sueño tienden a producir angustia y ansiedad en el paciente al verse paralizado. Esta incapacidad suele durar entre veinte segundos y tres minutos, una vez transcurridos, la parálisis cesa espontáneamente. A pesar de inmovilizar todo el cuerpo, esta afección no presenta ningún peligro para la vida pues los músculos respiratorios siguen funcionando automáticamente.
También se pueden experimentar alucinaciones de tacto, alguien agarra al afectado, le quita las mantas o se hunde el colchón; de visión al reconocer un estímulo externo como algo real; auditivas, al ser sonidos que provienen de la mente de la persona y se considera que proceden del entorno; sensación de presencia, al pensar que hay intrusos en la vivienda o en la habitación y sensación de pánico, cuando el paciente siente como si alguien lo estrangulase.
Se considera un trastorno del sueño, dentro del grupo de las parasomnias, que son trastornos de conducta durante el sueño, asociados con episodios breves o parciales de despertar sin interrumpir el sueño de forma importante. La parálisis del sueño es causada por una disociación entre los mecanismos que provocan la relajación muscular y aquellos que mantienen el estado de alerta.
Los expertos alertan de que al menos la mitad de la población sufrirá la parálisis del sueño, como mínimo una vez en su vida. Se desconocen las causas exactas que provocan la parálisis del sueño, pero algunos hábitos pueden contribuir a ello, como por ejemplo, dormir poco, cambios horarios en un periodo corto de tiempo, dormir boca arriba o transitar por una época de mucho estrés o ansiedad. Asimismo, se puede vincular a otros trastornos como la bipolaridad, la narcolepsia o el trastorno de pánico.
Para controlar la parálisis del sueño es necesario reducir los niveles de estrés, tener horarios de sueño regulares y dormir al menos siete horas cada día.
Si esta incapacidad transitoria se repite con frecuencia, es aconsejable apuntar en un cuaderno cuántas noches le ocurre al paciente y cuáles son los patrones que sigue cada día que le pasa.