Enfermedad cardíaca
Un estudio estadounidense muestra que el corazón sí se puede 'romper' a raíz de la muerte repentina de un ser querido muy allegado.
¿A quién no le han roto el corazón alguna vez? Siempre se ha dicho que de amor nadie muere, pero la ciencia tiene otra respuesta.
Joe García falleció el pasado 26 de mayo de 2022 de manera repentina de un ataque al corazón. Dos días antes, su mujer fue una de las víctimas del tiroteo en la escuela de Uvalde, en Texas. "Realmente creo que Joe murió con el corazón roto", dijo un miembro de la familia a los medios.
El doctor Sian Harding, profesor emérito de farmacología cardíaca en el Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Imperial College de Londres, es uno de los grandes especialistas en este campo de la ciencia cardíaca, por lo que ya ha realizado más de un estudio sobre estos casos.
García no es la primera persona que fallece de esta manera, ya que la actriz Debbie Reynolds también murió un día después que su hija, Carrie Fisher. Sin embargo, estos fallecimientos suelen darse más en parejas que llevan muchos años casadas y uno de los dos se va antes de tiempo.
Al tratarse de casos esporádicos, es difícil encontrar un patrón. A raíz de estudiar este tipo de sucesos, se ha llegado a la conclusión de que es un fenómeno real, y un estudio estadounidense tiene la respuesta.
En él se trató las asociaciones a corto y largo plazo entre la viudez y la mortalidad y se siguió a 12.000 personas mayores de 50 años y con parejas estables, donde se mostró que los participantes masculinos tienen mayor probabilidad, casi el doble, de fallecer a los tres meses de la muerte de su cónyuge.
¿Por qué se 'rompe' el corazón?
La muerte por enfermedad cardíaca tras el duelo de alguien cercano, puede ser repentina, en especial cuando ocurre de manera repentina, como en el caso del tiroteo de Uvalde.
Este tipo de muerte, por lo general, es causada por una alteración masiva en el ritmo cardíaco conocida como fibrilación ventricular o arritmia. El corazón se 'retuerce' de manera descoordinada, lo que provoca que no pueda seguir bombeando sangre al cuerpo.
Si no se realiza una RCP a tiempo o no se tiene acceso a un desfibrilador, la muerte se puede dar en tan solo cuatro minutos.
La adrenalina es una de las causas de este suceso. Esta hormona es el estimulante cardíaco que hace que nuestro corazón lata más fuerte y rápido cuando hacemos ejercicio o en momentos de estrés. Sus niveles en sangre se disparan cuando estamos bajo amenaza.
Sin embargo, tiene su lado oscuro, pues en caso de que sea demasiada adrenalina, puede hacer que el corazón sufra una sobrecarga de calcio y una arritmia descontrolada.