COVID-19
La coriza se ha convertido en un síntoma del COVID-19 muy frecuente. Este síntoma es todavía un gran desconocido para muchas personas, quienes no saben que este es consecuencia de contraer la enfermedad. Para que esto no ocurra y tomemos las precauciones adecuadas, te contamos qué es y cómo se manifiesta la coriza.
La coriza, conocida como rinitis aguda, es una inflamación de la mucosa de la nariz que se produce, sobre todo, derivada de enfermedades con inflamación de las fosas nasales. Este fenómeno suele llegar acompañado de otros síntomas como estornudos, obstrucción o secreción nasal, que también son comunes en los casos de COVID-19.
Básicamente, la aparición de la coriza se muestra como un catarro. Sin embargo, este catarro puede derivar en en otras complicaciones como la sinusitis si no existe tratamiento. Esto viene de causas como la rinitis alérgica, provocada a su vez por el polen u otros cambios en el clima. Se trata de una infección viral asociada a gripe, resfriado, dolor de cabeza, muscular o fiebre; y una infección que proviene de bacterias.
¿Cómo de frecuente es la coriza?
Un estudio de Reino Unido, elaborado por científicos del King's College de Londres, el sistema de salud del país (NHS) y datos de la aplicación Zoe Covid, atestigua que la coriza se ha presentado en el 40% de los casos de coronavirus. Este dato convierte a la coriza en el quinto síntoma más frecuente de los positivos de COVID-19.
Otros síntomas habituales
Existen otros síntomas de la COVID-19mucho más conocidos como son la fiebre o la tos. En las nuevas variantes también encontramos síntomas de este tipo. Un informe de la agencia de seguridad sanitaria de Reino Unido (UKHSA) detalla los síntomas de la variante XE gracias a un estudio que ha investigado a más de 600 casos infectados. Lo que se sabe es que muestra un comportamiento parecido a ómicron, genera tos, fiebre, mucosidad, cansancio y dolor de cabeza.
Hace poco, Eric Topol, cardiólogo y profesor de medicina molecular en Scripps Research, calificaba la variante BA.5 como "la peor versión del virus que hemos visto". Las nuevas variantes, el incremento de casos y la falta de recursos en algunos países para inmunizar a la mayor parte de la población, nos demuestra que el COVID-19 aún no ha terminado.