REUNIÓN EN LUXEMBURGO
La Unión Europea se plantea reformar el sistema de alerta rápida para alimentos peligrosos a fin de evitar nuevas alarmas prematuras y sin suficiente base científica, mientras sigue sin aclararse el origen del brote de "E.coli" y la UE se prepara para compensar al sector agrario por las pérdidas sufridas.
En el Consejo de Sanidad celebrado en Luxemburgo, los estados miembros analizaron la gestión de la crisis sanitaria originada por el brote en Alemania y un grupo de países, encabezado por España, pidió medidas concretas para evitar que se repita una situación como la causada por la "falsa alarma" sobre los pepinos.
La propuesta de España para introducir mejoras en el sistema tuvo el respaldo de miembros como Francia, Italia o Polonia, mientras que la Comisión Europea destacó la necesidad de "ajustes" para que las alertas se basen más en fundamentos científicos y para que haya más coordinación entre los países. El comisario europeo de Sanidad y consumo, John Dalli, hizo estas afirmación y señaló la necesidad de encontrar cuanto antes el foco de la infección, después de que se haya descartado la última pista que llevaba a plantaciones de leguminosas germinadas en Baja Sajonia (Alemania).
Dalli dijo en rueda de prensa que el epicentro de la infección sigue en el norte de Alemania e hizo recomendaciones sanitarias "sencillas" a los consumidores europeos, como lavar cuidadosamente los vegetales que se vayan a consumir crudos. Al ser preguntado por la alerta prematura activada por la autoridades sanitarias alemanas, que apuntaron a pepinos de origen español como causantes del brote, Dalli aseguró "entender" que hicieran esto sin contar con los indicios suficientes "con vistas a proteger a su población de un potencial peligro sanitario".
Aunque descartó que el actual Sistema de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos (RASFF) "pida una reforma", admitió la necesidad de "ajustes en base a lo que ha sucedido esta vez, sobre todo para mejorar la coordinación". El sistema "debe estar más unido a las pruebas científicas", que son indispensables "a la hora de hacer ciertas declaraciones", según Dalli. Las noticias sobre posibles peligros sanitarios "viajan rápido, crean mucho miedo a la población y dañan a los productores del sistema europeo", añadió.
Eludió pronunciarse sobre otros posibles orígenes de la infección y pidió "no sacar conclusiones prematuras" sobre la crisis sanitaria causada por el brote de "E.coli". En la misma línea, el titular húngaro de Sanidad, Miklós Réthelyi, destacó la dificultad de abordar al mismo tiempo cuestiones de salud pública e intereses económico, a la hora de hacer frente de un brote como el de esta bacteria.