SALUD I LAS PRIMERAS HORAS DE VIDA
Daniel llega al mundo poniendo a prueba sus pulmones. Y éste es el mejor lugar para calmar su llanto: el pecho de su madre. Es el contacto piel con piel. Desde que nace y durante dos horas nada separa a madre e hijo. Son minutos decisivos en los que el bebé toma contacto con su nuevo entorno.
Dicen también que con esta terapia los niños son menos llorones. Pocos son los hospitales todavía que lo practican, porque optan por técnicas más intervencionistas, pero las que lo prueban lo recomiendan.
Y cuando las mamás no pueden, el papá es el sustituto natural. Es el caso de Rodrigo. Su mujer dio a luz por cesárea y por eso se ha encargado él de dar cobijo al pequeño Mateo en sus primeras horas.
Después del contacto piel con piel, llega el momento de identificarles y de pesarles. Luego ya pueden volver a las caricias maternas.