LA ENFERMEDAD HA MATADO A 35 MILLONES DE PERSONAS
Los científicos que trabajan en la vacuna contra el VIH aseguran que han descubierto un "interruptor de encendido-apagado" en una forma debilitada del virus, mejorando la seguridad y eficacia de la potencial vacuna. Según una investigación, podría ser el último paso necesario para erradicar la enfermedad que ha matado a 35 millones de personas desde el comienzo de la epidemia en la década de 1980.
Normalmente, los expertos en vacunas prefieren exponer el cuerpo al virus debilitado, en lugar de desactivarlos, ya que otorgan una inmunidad más fuerte y duradera. Sin embargo, los virus debilitados conservan la capacidad de reproducirse, lo que significa que todavía tienen riesgo de convertirse en patógenos completos.
"Estamos más cerca de generar una vacuna contra el VIH"
Los investigadores de la Universidad de Nebraska-Lincoln comenzaron a abordar esta cuestión en 2014, cuando ingeniaron una versión del VIH que necesita un aminoácido sintético - uno no encontrado en el cuerpo - para replicarse y para hacerlo requería que el equipo reemplazara un codón que codifique el aminoácido en el código genético del VIH (cada codón instruye a un aminoácido a conectarse a una cadena que se convierte en una proteína y, finalmente, permite la replicación viral).
Así, el sistema ideado por el equipo fue intercambiar uno de estos codones por una versión 'sin sentido', por lo que se detiene la producción de las proteínas esenciales para la replicación. Cuando el equipo suministró el aminoácido sintético, la cadena de ensamblaje comenzó a producir proteínas, y el virus comenzó a replicarse; cuando el suministro de aminoácidos se detuvo, también lo hizo la replicación. De este modo, el equipo demostró que puede poner en marcha los ciclos múltiples de replicación necesarios para una vacuna eficaz, según recoge 'Daily Mail'.
El doctor Wei Nu explica que la traducción es que "estamos más cerca de generar una vacuna contra el VIH", aunque sostiene que la seguridad es su mayor preocupación."Si funciona bien, necesitamos ir al modelo animal preclínico antes de ir a un ensayo clínico. Ese es nuestro objetivo y nuestra hoja de ruta", concluye.