Vacuna Coronavirus
Una segunda voluntaria que prueba la vacuna contra el coronavirus que ensaya AstraZeneca y la Universidad de Oxford ha desarrollado un trastorno neurológico que se llama mielitis transversa y que causa la inflamación de la médula espinal. Es la misma enfermedad que detectaron en otra voluntaria y por la que se pararon los ensayos a principios del mes de septiembre.
Aunque los expertos aseguran que no hay evidencias de que este trastorno esté relacionado con la vacuna, según concluyó una comisión independiente. De hecho, solo se han detectado dos casos entre los 30.000 voluntarios que la están probando.
¿Qué es la mielitis transversa?
Esta enfermedad se origina por la inflamación de la médula espinal, lo que provoca que se dañe el revestimiento alrededor de las células nerviosas y se interrumpan la comunicación entre los nervios espinales y el resto del cuerpo.
Entre los síntomas está el dolor en la zona lumbar, debilidad muscular, problemas sensoriales en los pies, parálisis o pérdida del control intestinal.
Hasta el 80% de aquellos que tienen mielitis transversa informan sobre áreas con sensibilidad aumentada al tacto, tal que la vestimenta o un toque leve con un dedo causa molestia o dolor significativo, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EEUU.
¿Quién contrae la mielitis transversa?
La mielitis transversa puede darse tanto en adultos como niños, de ambos sexos y en todas las razas. Sin embargo, existe un pico en la tasa de incidencia en personas entre los 10 y 19 años y entre los 30 y 39 años.
¿Cómo se trata la mielitis transversa?
Como con muchos trastornos de la médula espinal, actualmente no existe una cura eficaz para las personas con mielitis transversa. Los tratamientos están diseñados para reducir la inflamación de la médula espinal y aliviar o controlar los síntomas.
Alrededor de un tercio de las personas afectadas por la mielitis transversa experimenta una buena o completa recuperación de sus síntomas, recuperando la capacidad de caminar normalmente y experimentan mínimos efectos urinarios o intestinales.
Hay que recordar que estaba previsto que la vacuna de Oxford llegara a España en diciembre, según anunció el Gobierno. Nuestro país ha comprado 30 millones de dosis a través de la Unión Europea. Pero no será la única vacuna que tengamos.
La Comisión Europea está negociando, además, con otros cinco laboratorios para comprar dosis de otras vacunas.