Viruela del mono
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunió en la tarde del jueves por segunda vez en un mes para debatir si el brote de viruela del mono es una emergencia internacional y si debería declarar la pandemia. Este Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional, donde los expertos se han reunido a puerta cerrada, ya tiene cierta relevancia por el simple hecho de haber sido convocados. En los próximos días conoceremos las conclusiones sacadas en esta reunión y si declaran o no la emergencia internacional.
Por el coronavirus, una crisis mundial a todos los niveles que acecha al mundo desde hace más de dos años y medio, este comité llegó a reunirse un total de 12 veces. En la primera reunión sobre la viruela del mono, celebrada el pasado 23 de junio, los expertos de la OMS consideraron que era pronto para dar este paso puesto que declarar este nivel de emergencia supondría colocar al mismo nivel a la viruela, el coronavirus, y la polio.
"Sigo preocupado por el alto número de casos, en un número cada vez mayor de países", declaró durante la apertura del comité el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que también informó de que en algunos países ya hay un descenso en el número de casos sin que la tendencia sea todavía generalizada.
El director también ha advertido de la estigmatización del colectivo que esta infección puede provocar, al ser la mayoría de casos hombres que han tenido sexo con otros hombres. "En algunos países, las comunidades afectadas se enfrentan a una discriminación que pone en peligro su vida. Existe una preocupación muy real de que los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres puedan ser estigmatizados o culpados por el brote, lo que hace que el brote sea mucho más difícil de rastrear, y de detener".
España, el país más afectado por la viruela
España es el país más afectado y con más casos confirmados, con un total de 3.400. A nivel global, ya son 16.000 los casos registrados en casi 80 países y territorios. La reunión se produce la misma semana que España inicia la vacunación a las personas que solicitan y requieren de ella, una campaña que, por el momento, está ralentizada por las pocas dosis disponibles en los centros sanitarios.
“El brote actual es un problema de salud pública muy importante que merece una estrecha vigilancia y el desarrollo de medidas. Pero esta estrategia que deben seguir los países poco cambiaría con una declaración internacional, ni parece que sea necesario un salto cualitativo como el dado en la covid a nivel internacional”, defiende Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Crisis de la OMS.