Enfermedades
La primera causa de discapacidad en el mundo llegará a 843 millones de personas para la mitad de siglo.
La Organización Mundial de la Salud ha pedido a los estados miembros que no dejen pasar, dentro de los términos sanitarios de cada uno, una enfermedad tan importante como el dolor lumbar crónico, considerada como la principal causa de discapacidad a nivel mundial.
La mayoría de las personas alguna vez han sentido ciertas molestias o incluso dolor en la zona baja de la espalda, la zona lumbar, algo que se conoce como "dolor lumbar". Este puede estar asociado, según la Clínica Universidad de Navarra, al dolor ciático (cuando se comprime el nervio ciático) o sencillamente se presenta aislado.
Suele durar entre unas horas y varios días, pero hay casos que se vuelven crónicos. Esta enfermedad surge a partir de los 40 años por una degeneración de la columna vertebral y supone la primera causa de absentismo laboral y de consulta en servicios de traumatología y cirugía ortopédica.
Uno de los hechos más preocupantes, además del malestar de quienes lo sufren, es el elevado coste personal y comunitario que requiere esta enfermedad.
"Para lograr la cobertura sanitaria universal, no se puede ignorar la cuestión del dolor lumbar, ya que es la principal causa de discapacidad a nivel mundial. Abordar este desafío omnipresente pero a menudo pasado por alto incorporando intervenciones clave y alcanzables, a medida que fortalecen sus enfoques de atención primaria de salud", ha señalado el subdirector General de Cobertura Sanitaria Universal, Curso de Vida de la OMS, el doctor Bruce Aylward.
El dolor lumbar crónico es mucho más serio que un simple dolor, dejan claro los expertos, por lo que hay que llevar a cabo medidas sanitarias para revertir esta situación. Apuntan a intervenciones no quirúrgicas que incluyen programas educativos para dar a conocer la enfermedad y cómo cuidarse, programas de ejercicio, terapias como la manipulación espinal y masajes, terapias psicológicas como la cognitivo-conductual y medicamentos antiinflamatorios no esteroides.
La atención, explican, debe adaptarse para poder combatir todos los factores que entran en juego cuando una persona sufre de dolor lumbar crónico, tanto físicos como psicológicos y sociales.
Por último, la OMS también ha llegado a desaconsejar 14 intervenciones que no ayudan a paliar esta enfermedad como aparatos ortopédicos, cinturones o soportes lumbares; algunas terapias físicas como tracción; y algunos medicamentos, como los analgésicos opioides que pueden asociarse a sobredosis y dependencia.