Salud
El positivo, que no supone gravedad porque su carne no se comercializó, se detectó tras sacrificar al animal en una explotación de A Estrada (Pontevedra).
El mal de las vacas locas regresa tras cuatro años del último brote, aunque este nuevo caso detectado, explican las autoridades sanitarias, no supone un peligro para la salud pública.
Del positivo se tuvo constancia en la localidad pontevedresa de A Estrada cuando se sacrificó a un animal de 22 años después de sufrir una caída en una granja.
Tras la muerte se tomó la correspondiente muestra que permitió dar con el diagnóstico y confirmar que era positivo en encefalopatía espongiforme bovina. Su carne, por tanto, no entró en la cadena de distribución y comercio.
Tras este caso se puso en marcha el programa oficial que se emplea en estos contextos y los servicios veterinarios iniciaron una investigación para conocer si otros animales podrían estar contagiados en la explotación. Se resolvió que no es posible la aparición de otros casos, al no haber existido contacto con otras vacas. Por todo ello, no se han aplicado medidas sanitarias preventivas.
Estos casos, aclaran desde los organismo oficiales, se desarrollan de un modo natural y sin vínculo con la ingesta de piensos contaminados. Por ello, desde hace años, se ha extremado la vigilancia en la detección de casos entre estos animales. Entre el 2000 y el 2021 se contabilizaron en todo el país un total de 801 positivos.