Cáncer de mama
Una mujer comparte su experiencia con el cáncer de mama lobulillar, un tipo de enfermedad menos conocida.
En octubre de 2016, un examen rutinario cambió la vida de Darlaine Honey. "Nunca sentí un bulto, ni experimenté nada alarmante. Mi único síntoma fue un pequeño hoyuelo en uno de mis senos cuando usaba corsé para mis clases de burlesque. Aparecía y desaparecía, así que nunca le di importancia", explica.
Lo que comenzó como un detalle casi imperceptible resultó ser cáncer de mama lobulillar invasivo, una forma menos común de esta enfermedad. A diferencia del cáncer ductal, que suele manifestarse con un bulto palpable, el lobulillar crece en forma de red o telaraña, dificultando su detección.
Algunos de los síntomas menos evidentes del cáncer de mama lobulillar son:
Tras varias pruebas, la paciente se sometió a cuatro lumpectomías en un intento por eliminar las células cancerosas. Sin embargo, al investigar más sobre este tipo de cáncer, tomó la decisión de optar por una mastectomía bilateral. "Quería prevenir el riesgo de que el cáncer se extendiera o pasara desapercibido en mi otro seno", ha explicado. Aunque inicialmente enfrentó resistencia al solicitar la cirugía en el seno considerado "sano", su insistencia y el apoyo de su cirujano hicieron posible la intervención.
El procedimiento confirmó la presencia de células cancerosas en todas las áreas de uno de sus senos y lesiones precancerosas en el otro. "Hice lo correcto. No podía vivir con la incertidumbre de no saber si el cáncer volvería", ha dicho.
Durante el proceso posterior a la mastectomía, Darlaine Honey pasó por momentos complicados con los expansores, utilizados para preparar los tejidos antes de la colocación de implantes en 2018."Era como usar un sostén metálico tres tallas más pequeño todo el tiempo", ha confesado.
Además, los efectos secundarios de la medicación hormonal, diseñada para inhibir el crecimiento del cáncer, limitaron su capacidad física. Las redes sociales no ayudaron: "Veía a otras personas corriendo maratones o levantando pesas, y sentía que yo nunca lograría moverme igual".
Poco después, Honey descubrió 'We Are Undefeatable', una campaña en línea que inspira a personas con ciertas condiciones de salud a encontrar formas de mantenerse activas. Fue ahí donde encontró la motivación para volver a practicar deporte.
La natación se convirtió en su deporte preferido. Al principio le daba miedo, "pero fue maravilloso", ha explicado la joven. Más allá de nadar, adaptó el yoga y el tai chi al agua, lo que le permitió realizar ejercicios suaves. "Algunos días puedo hacer más que otros, pero aprendí a no presionarme. Si un día solo puedo caminar unos metros, está bien. Lo importante es avanzar poco a poco".
En este momento, Darlaine Honey está viva y con ganas de seguir luchando. Ha enfatizado la importancia de escuchar a su cuerpo y adaptarse a sus propias capacidades: "Instintivamente supe lo que era mejor para mí cuando pedí la mastectomía bilateral. Fue la mejor decisión, y la tomaría de nuevo sin dudarlo".
La natación, los pequeños ejercicios y el amor propio son ahora parte esencial de su vida. Su mensaje es claro: "No se trata de compararse con los demás. Se trata de hacer lo que puedas, cuando puedas. Porque cada paso cuenta".
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