Libro Blanco Salud y Género
Las migrañas afectan al 15-20% de las mujeres frente al 5-8% de los varones. Y entre ellas es mayor la permanencia de los TDAH, que se mantiene en el 50% de los adultos que lo han sufrido de pequeños.
La desigualdad entre hombres y mujeres también afecta a la Salud y a la atención sanitaria. Por ejemplo, las chicas tienen un mayor riesgo de sufrir depresión y déficit cognitivas, síntomas neurológicos y problemas de aprendizaje, mientras que los chicos tienen más trastornos de conducta. O también, ellas sufren más 'gaslighting' médico, una manipulación psicológica por la que el paciente, en este caso mujeres, acaban creyendo que los síntomas de su enfermedad son imaginarios o debidos a otro motivo. Incluso acaban culpabilizándose de sus malestares.
Pero hay enfermedades donde las diferencias de género se manifiestan más. En España cerca de cinco millones de personas padecen migrañas, de ellas el 80% son mujeres. Esto se debe, en parte, a que los estrógenos tienen un importante efecto sobre la migraña. Además esta dolencia en las mujeres es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes y la segunda con más incapacidad. Sin embargo, más del 50% de ellas no reciben atención médica.
Todos estos datos acaban de ser publicados por el Observatorio de Salud y Estudio de Comunicación en la primera edición del 'Libro Blanco Salud y Género'. En opinión de la presidenta del Observatorio de Salud, Patricia del Olmo, "este libro ha tenido como objetivo analizar con rigor técnico la sanidad en España para lograr que las mujeres no sean discriminadas en términos asistenciales". Este trabajo –en su opinión- "es un punto de partida hacia una sanidad más justa, igual y equitativa entre hombres y mujeres” en el que han colaborado todos los profesionales sanitarios y pacientes que con su conocimiento científico impulsan una sanidad con una mayor perspectiva de género.
Otro ejemplo de la brecha de género sanitaria es el TDAH. Este trastorno afecta al 5-7% de los niños y adolescentes y la prevalencia en los chicos es de 2 a 2,5 veces mayor que en las chicas. El 50% de los niños diagnosticados de TDAH seguirán teniéndolo en la vida adulta, pero con mayor permanencia en las mujeres. Por eso los autores del libro creen que "es muy importante que los síntomas de déficit de atención, ansiedad y depresión ocupen un lugar destacado en la evaluación de las niñas y adolescentes".
Los coordinadores del libro, Rosa Polo y Ángel Gil piensan que "la salud tiene que ser igual para todos y animan a seguir luchando y trabajando para que la mujer siga jugando un papel esencial en la sociedad, pero cuidando su salud".
La primera edición del 'Libro Blanco Salud y Género', que ha contado con el apoyo de 15 compañías del sector sanitario y la participación de más de 50 médicos y expertos del sector sanitario, aborda con profundidad las distintas patologías y su relación con el género y analiza el impacto en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades tan relevantes como el cáncer, la salud mental, las patologías cardiovasculares o la diabetes, entre otros.
El libro ofrece una visión científica y rigurosa que busca romper la inequidad socio sanitaria existente en España e invita a observar con detenimiento las estrategias sanitarias y los procedimientos clínicos normalizados en las distintas patologías donde la mujer tiene una alta prevalencia o donde se identifica claramente una discriminación en términos asistenciales.
Este libro propone un decálogo de medidas urgentes para reducir la brecha de género sanitaria:
1. Formación en perspectiva de género para profesionales de la salud Implementar programas de formación continua que sensibilicen a los profesionales de la salud sobre las diferencias de género en el ámbito sanitario y cómo abordarlas de manera adecuada.
2. Investigación con enfoque de género. Promover la investigación médica teniendo en cuenta las diferencias de género en la incidencia, diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades. Fomentar la participación equitativa de hombres y mujeres en ensayos clínicos para garantizar la eficacia y seguridad de tratamientos médicos para ambos géneros.
3. Acceso equitativo a la atención sanitaria. Garantizar que todas las personas, independientemente de su género, tengan acceso a una asistencia sanitaria de calidad, enfatizando el diagnóstico y abordaje de enfermedades donde el género incide especialmente, suponiendo una barrera para las y los pacientes.
4. Protocolos de atención sanitaria diferenciados. Desarrollar protocolos de atención médica que reconozcan y aborden las necesidades específicas de género, considerando factores biológicos, culturales y sociales.
5. Monitorización y evaluación con enfoque de género. Establecer mecanismos de monitorización y evaluación que incluyan indicadores de género para medir el impacto de las políticas y prácticas en la salud de mujeres, hombres y personas de géneros diversos.
6. Promoción de la salud mental desde una perspectiva de género. Desarrollar programas de promoción de la salud mental que aborden las particularidades de género, teniendo en cuenta factores como la prevalencia de trastornos mentales, las barreras de acceso a la atención y la estigmatización asociada.
7. Prevención y detección temprana de enfermedades con barreras de género Establecer campañas de concientización y programas de detección temprana para enfermedades específicas donde se identifiquen barreras de género, asegurando un enfoque preventivo y una atención adecuada.
8. Participación activa de las mujeres en la toma de decisiones en salud Fomentar la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones relacionadas con la salud, tanto a nivel institucional como comunitario, para asegurar que sus voces sean escuchadas en el diseño de políticas y programas de salud.
9. Prevención y atención de la violencia de género. Establecer protocolos para la detección temprana y el abordaje de situaciones de violencia de género, ofreciendo apoyo psicológico y recursos necesarios.
10. Promoción de la salud sexual y reproductiva. Garantizar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, así como información sobre anticoncepción, maternidad, y otras cuestiones relacionadas con la salud reproductiva. Estas medidas buscan crear un entorno de atención médica más inclusivo, sensible y equitativo, reconociendo las diferencias de género y garantizando que todas las personas reciban la atención que necesitan.