PEDIATRAS Y NUTRICIONISTAS RECLAMAN EDUCAR EN NUTRICIÓN
Un paso adelante lo dio la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, cuando el pasado mes de junio abrió una investigación en las comunidades autónomas después de que las administraciones públicas detectaran deficiencias en la calidad de la alimentación de los menores.
Ahora, el defensor del Pueblo de Cataluña, Rafael Ribó, ha denunciado que 50.000 niños tienen privaciones alimentarias y que no se pueden permitir comer carne o pescado, al menos, una vez cada dos días, y que 750 están diagnosticados por el Instituto Catalán de Salud con códigos relacionados con la pobreza y la desnutrición.
"Cuando los padres tienen pocos recursos, ya no les dan ni carne, ni pescado"
Los pediatras y nutricionistas consultados no han tratado a ningún niño desnutrido por carencias alimentarias derivadas de la precariedad económica, tan solo casos generados por enfermedades sistémicas. Sin embargo, coinciden en afirmar que la crisis comienza a hacer mella en una sociedad con deficiencias en cultura nutricional.
“Veo en la consulta niños que no comen verdura, ni fruta, pero sí fritos y precocinados. Y cuando los padres tienen pocos recursos, ya no les dan ni carne, ni pescado y lo sustituyen por otros productos de supermercado que dietéticamente son muy malos”, apunta la pediatra del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, Consuelo Pedrón.
“No estamos educando a nuestros hijos en comer correctamente y, además, lo que antes comían bien ahora no se lo pueden dar y lo reemplazan por alimentos de menos calidad”, insiste la especialista, coordinadora de la Unidad Funcional de Trastornos de Alimentación del hospital madrileño.
Por su parte, la jefa de la Unidad de Dietética y Nutrición del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, Clotilde Vázquez, señala que los recortes derivados de la crisis que afectan a la cobertura universal de la sanidad hacen que ya se vislumbren “las consecuencias de la pobreza, de aquellos se han quedado en el desamparo social. Los más vulnerables, ancianos y niños empiezan a sufrir esas graves consecuencias”.
Malnutrición y obesidad
En las sociedades desarrolladas, la desnutrición se da en aquellos niños que no comen lo suficiente para lo que necesitan y por tanto “ganan poco peso, están decaídos e inactivos".
Pero también puede darse en los casos de obesidad, la pandemia del siglo XXI en las socieadees desarrolladas, como España. "La malnutrición es más difícil de diagnosticar porque el niño come en exceso calorías de mala calidad, que son muy baratas.
Se trata de un niño cuya grasa corporal segrega hormonas y no detiene su crecimiento, pero le están faltando proteínas que le ayuden a la formación y maduración correcta de todos sus órganos, como el hígado, el hueso o el sistema nervioso central”, apunta Clotilde Vázquez.
Una nutrición deficiente en los niños puede acarrear graves consecuencias para su salud. Estas son algunas destacadas por los tres especialistas consultados:
- Afectación multiorgánica o multisestémica.
- Enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
- Favorece las infecciones y dificulta la cicatrización de las heridas.
- En caso de bebés, puede afectar al desarrollo cerebral y del sistema nervioso central.
- Secuelas en la capacidad cognitiva.