Coronavirus
En todo el mundo ya hay 25.933.731 millones de contagiados y 861.884 fallecidos por el coronavirus. Preocupa el número de afectados y también las secuelas que pueda dejar la Covid-19. Una de ellas es la fatiga crónica y en el País Vasco están analizando sus efectos: cansancio extremo, dolores de cabeza y falta de aire. Y todo eso hace que sea incapacitantes para trabajar o llevar una vida normal.
Muchos consiguen ganar la batalla al virus pero otros muchos continúan la guerra contra sus secuelas. Poco se sabe, pero ya se han analizado casos donde aparecen inflamaciones del sistema nervisoso, cuadros de confusión o delirios... Un equipo de investigadores vascos estudia la relación del Covid con la fátiga crónica. Una fatiga que es altamente incapacitante y que aparece tiempo después de haber superado la enfermedad.
"Vemos pacientes que independientemente de la gravedad del cuadro inicial desarrollan un cuadro de dolor muscular, insomnio, cansancio físico...", nos explica Juan Carlos Gómez Esteban, neurólogo. Así lo confirma un paciente que superó la Covid-19: "Seguimos teniendo unas cefaleas, pitidos, olores desagradables...", explica Sonia Bilbao.
Pero esto es sólo una parte: hay personas que han dejado atrás el coronavirus pero siguen sin tener una vida normal, pues se encuentran ante nuevos problemas físcos. Este estudio sobre la fatiga crónica se ha iniciado con un grupo de seis voluntarios pero alcanzar el seguimiento a 100 pacientes.
Quieren visibilizar las secuelas
Un grupo cada día más numeroso de pacientes post Covid se están organizando para denunciar y visibilizar los efectos secundarios que, afirman, “están arruinando nuestra vida laboral, económica y personal”.
Entre estos efectos, del llamado 'Covid persistente', se encuentran “la fatiga crónica, dificultades para la respiración, pérdida de visión, mareos e incluso pérdida permanente del gusto y el olfato”, señala Virginia Mateo, coordinadora de la Plataforma de afectados por Covid persistente en Navarra.
El grupo navarro está en plena coordinación con el de País Vasco, “donde hay más personas y cada día contactan una o dos personas más con sintomatología similar”. Estas complicaciones derivadas del coronavirus les han llevado a tener que modificar su vida, “y algunas de ellas han perdido su empleo”.
Mateo denuncia que recibieron el alta médica en el momento en que las pruebas PCR daban negativo, sin tener en cuenta la sintomatología derivada que, en algunos casos, “está inhabilitando a las personas para poder trabajar e incluso para poder hacer una vida normal, anterior al Covid”.