LA UE QUIERE PONERLES COTO
La acrilamida es una sustancia muy común en algunos alimentos. Da una textura crujiente y un color dorado al cocinarlos, pero según la Organización Mundial de la Salud puede suponer algunos riesgos.
"Aumenta el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer", explica Guillermo de Velasco, oncólogo del Hospital 12 de Octubre. La Comisión Europea quiere ponerle freno a través de un nuevo reglamento y a partir del miércoles 11 de abril, aumentará los controles para reducir su presencia en los alimentos.
No obstante, los expertos creen que no hay razones para alarmarse, ya que una vez que se establezcan las nuevas reglas, va a ser más común que todos los productos tengan menos acrilamida.
Las patatas fritas o los snacks son dos de los aperitivos que más se consumen en los bares. El reglamento europeo recomienda hervir o cocer antes que freír. Y si no hay alternativa, hacerlo durante menos tiempo y a una menor temperatura.