Ictus
Este sábado se celebra el Día Mundial del ictus, la segunda causa de muerte más común entre la población.
Este sábado 29 de octubre se celebra el Día Mundial del ictus. Una enfermedad que afecta a la circulación de la sangre al cerebro y que supone la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres. A pesar de que los ictus son más frecuentes en personas de avanzada edad, lo cierto es que también se puede dar en jóvenes, como es el caso de Jaime Gómez.
El ictus, la segunda enfermedad más letal
Jaime se encontraba jugando a fútbol cuando, de pronto, le dio un ictus. "Se me paralizó la boca mientras jugaba", explica el joven, que en el momento tenía 18 años, "Fui al banquillo e intenté coger las espinilleras, pero no podía cerrar la mano". Por suerte, logró superarlo sin complicaciones.
No obstante, esta enfermedad causada por obstrucción de la circulación sanguínea o por hemorragias es la segunda más letal entre la población y produce daños cerebrales mayores o menores en función del tiempo que pase en ser tratada. Concretamente, el 50% de las personas acaban con secuelas o fallecen. Por ello, es necesario conocer bien los síntomas para así poder evitar cualquier susto.
¿Cuáles son los síntomas del ictus?
Las personas que sufren un ictus lo pueden ver reflejado en varios síntomas. Sin embargo, los más comunes son los relacionados con la pérdida de fuerza en la cara, brazos o piernas. Además, dentro de la sintomatología del ictus se incluye la torpeza y la dificultad para hablar, así como una disminución de la visión en uno o ambos ojos.
Ante estas señales de alerta, lo que hay que hacer es llamar cuanto antes al 112 y no trasladar al paciente por medios propios. La detección precoz es una de las principales causas de la disminución de la tasa de mortalidad de esta enfermedad, aunque su incidencia sigue subiendo.
Por desgracia, no es posible prevenir un ictus. Aun así, hay sí que hay cosas que podemos hacer, como por ejemplo controlar los factores de riesgo. En este sentido, la enfermera Rosa Herrera ha dado algunos consejos saludables para disminuir el riesgo de sufrirlo.
"Controla tu tensión arterial, el colesterol y el azúcar. Aumenta el consumo de frutas y verduras, disminuye la sal y las grasas; no fumes y toma, como máximo, una copa de vino al día. Camina una hora al día, reduce los nervios y el estrés y toma siempre tu medicación", explica.