Una de las principales manifestaciones motoras
Un equipo del Centro Integral de Neurociencias AC HM CINAC de Madrid ha utilizado por primera vez una técnica denominada subtalamotomía realizada por ultrasonido focal de alta intensidad (HIFU) para controlar con éxito las manifestaciones motoras producidas por la enfermedad de Parkinson. Tras tratar a los 10 primeros pacientes con esta técnica pionera, los autores han detallado en la revista 'The Lancet Neurology' su capacidad para revertir el temblor, la rigidez y la acinesia que sufren estos pacientes gracias a una intervención "totalmente segura y mínimamente invasiva", lo que abre la vía a un nuevo abordaje de estos síntomas.
"Los pacientes mejoran, de manera inmediata, en los signos cardinales de la enfermedad", ha resaltado el doctor José Obeso, director del centro, que admite además como el beneficio terapéutico se mantiene durante el año de seguimiento posterior al tratamiento. Además, se realizaron otras evaluaciones complementarias, tales como PET-FDG, excitabilidad de las neuronas motoras corticales y parámetros de movimiento, que también mostraron neta mejoría en paralelo con el beneficio evaluado clínicamente.
Supone para los pacientes ganarle, como mínimo, 5 años a las manifestaciones motoras de la enfermedad". En concreto, la técnica permite realizar una termolesión, que consiste en la ablación de una zona concreta y limitada de una zona de un núcleo cerebral, por aumento de temperatura, sin la necesidad de realizar una incisión craneal o un acto quirúrgico.
De esta forma, los riesgos y complicaciones inherentes a una intervención quirúrgica en el cerebro y la colocación de dispositivos exógenos dentro del cráneo se minimizan, al tiempo que se evitan también hemorragias cerebrales, infecciones o problemas técnicos con los electrodos.
"Una ventaja importante de esta técnica ejecutada por HIFU reside en que conlleva una reducción drástica de la morbilidad, comparada (la experiencia clínica) con otros tratamientos de la enfermedad de Parkinson, reduciendo drásticamente el periodo de hospitalización y el nivel de cuidados. Por ejemplo, lo habitual es que los pacientes no requieran permanecer en la unidad de cuidados intensivos por más de 4-6 horas", ha destacado Obeso.
El tratamiento, que suele durar unas 3-4 horas, se realiza bajo estricto control médico y los efectos que revierten las manifestaciones motoras de la enfermedad de Parkinson son percibidos por el paciente inmediatamente. En concreto, ha demostrado en distintos ensayos que mejora el temblor postural, el temblor esencial y el temblor de reposo.
"Los beneficios en el temblor se producen mediante la realización de una lesión en el núcleo llamado 'tálamo', es decir, mediante la realización de una talamotomía. Sin embargo, para mejorar todas las manifestaciones motoras se requiere incidir sobre otros núcleos como el núcleo subtalámico o el globo pálido", ha precisado.
El presidente de la Federación Española de Parkinson, Leopoldo Cabrera, destaca la importancia de este hallazgo ya que "ha aunado esfuerzos entre investigadores, asociaciones y pacientes para ofrecer una actuación sobre las manifestaciones de la enfermedad".