Galicia
La fibrosis hepática es la antesala de la cirrosis, no tiene tratamiento y es la primera causa de trasplante de hígado. Investigadores gallegos han descubierto una posible diana terapéutica para revertir esta enfermedad.
La fibrosis hepática es una enfermedad que se desarrolla en las fases más avanzadas de hígado graso. Es la principal causa de trasplante de hígado actualmente y la prevalencia en la población adulta es del 25-30%, aumentando significativamente en poblaciones de riesgo, como aquellos que tienen obesidad o diabetes, hasta un 60-80%.
"Se van produciendo acúmulos de grasa en los hepatocitos y si no somos capaces de revertir estos acúmulos se van generando cicatrices en el tejido –fibrosis- que acaban en cirrosis y finalmente la muerte". Explica Eva Nóvoa. Ella es, junto con Marcos Fernández Fondevila, una de las principales autoras de este artículo. Son investigadores del CiMUS de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
El resultado acaba de publicarse en Cell Reports Medicine, una de las revistas internacionales más destacadas dentro de su campo. Le pedimos que nos explique este estudio y que lo haga de la manera más didáctica posible. No es sencillo, puesto que los resultados de su trabajo son reveladores, interesantes y muy importantes de cara al futuro, pero también son complejos a la hora de explicarlos. Aún así, consigue transmitirlo a la perfección.
"En el hígado tenemos unas células que llamamos células estrelladas hepáticas y que normalmente están inactivas. Se encargan de acumular la vitamina A, por ejemplo, pero están inactivas hasta que se produce un acúmulo de grasa, ahí es cuando se activan y empiezan a generar tejido fibrótico", relata Eva. Con esta situación sobre la mesa, la investigación ha trabajado en torno a la proteína P63.
"En la fibrosis hepática, al igual que en algunos tipos de cáncer, la proteína P63 está elevada. Lo que descubrimos es que cuando conseguimos inhibir esta proteína, conseguimos revertir la activación de las células estrelladas y por lo tanto conseguimos una mejoría de la fibrosis hepática", continúa la investigadora. Una mejoría que de ninguna otra manera ha sido posible hasta ahora ya que no hay tratamiento para esta enfermedad crónica.
¿Y esto qué efectos tiene en los pacientes? Pues aún es pronto para hablar de resultados concretos y, sobre todo, de su aplicación directa, pero abre lo que se conoce como diana terapéutica.
Esto es, abre una posibilidad para que la investigación farmacéutica, o cualquier otro tipo de terapias, encuentren un tratamiento basándose en estos avances. Un logro científico que permitiría dar respuesta a la que en estos momentos es la principal causa de trasplante de hígado en el mundo, y es que esta enfermedad se empieza a considerar un problema de salud de primera magnitud.